Muchas veces estás en una relación de largo tiempo en la que todo parece ir perfecto: el otro es una persona interesante, se complementan bien, lo amas, te ama, y sabes de buena fe que sus intenciones son sinceras y te es fiel. ¡Incluso le gusta pasar tiempo con tu familia y amigos! Con un partido así, puede que todo luzca color de rosas, pero quizás existe un área en la que la cosa no fluye como debería: el sexo.
A veces, sientes que has usado todos tus trucos de seducción, desde las insinuaciones sutiles - como su buena transparencia, el plato de mariscos y las velas, hasta el asalto directo de warrior bien bellaca - y naca la pirinaca... ¿Qué hacer si sientes que él no te desea, y los problemas con su vida sexual (o falta de ella) comienzan a dañar lentamente ese bonito vínculo que habían formado?
Puede que tu primera reacción sea culparte de la situación: "¿Qué está mal conmigo?", "¿Soy fea?", "¿No le parezco deseable?"; ¡Eso es lo peor que puedes hacer!. Si bien es cierto que la falta de llamita de pasión en tu pareja es un problema de ambos, lo más probable es que su origen no sean tú ni tu cuerpo. Gran parte de los problemas sexuales tienen una causa biológica o psicológica, que no tiene que ver en absoluto con cómo él te percibe, así que no te castigues en vano. De todos modos, considera si tal vez eres muy exigente sexualmente o sueles criticar continuamente su desempeño en la intimidad, pues eso sí podría cohibirlo; no así el que tengas un rollito loco o uses siempre un calzón de abuelita.
Lo primero que hay que hacer es averiguar qué puede estar detrás de su falta de deseo, y para eso hay que conversar el tema directamente con él. Es necesario que le hagas saber que esta situación te afecta y te gustaría buscar una solución, eligiendo un momento apropiado y sin acorralarlo ni presionarlo, pues contrario a lo que solemos pensar, los hombres no son una máquina sexual siempre lista para levantar carpa. Si ya hemos descartado la existencia de la temida amante u otra vía de escape de su libido - como una adicción al porno o al cibersexo - hay que partir por los motivos más comunes: llega muy cansado a la hora en que tú estás prendida, tal vez está pasando por un periodo de mucho estrés en el trabajo, le da miedo ser padre prematuramente o quizás sea tan simple como que es virgen y teme no cumplir con tus expectativas.
Si ninguna de estas razones es la causa, puede que el origen de la falta de deseo sea más profundo y lo mejor sea consultar con un especialista. Puede haber muchos motivos detrás de esta situación: traumas por vivencias del pasado, disfunciones eréctiles, problemas hormonales, efectos secundarios de algún medicamento, o incluso debes considerar la posibilidad de que sea asexual y el sexo no sea algo relevante para él. Si están dispuestos a seguir adelante con la relación, es importante que exista una comunicación honesta entre ustedes y lleguen a acuerdos en que los intereses y sentimientos de ambos sean tomados en cuenta. No deben tener miedo de pedir ayuda si es necesario.
Como ves, lo importante en esta situación es evitar juzgar y culpar a alguien, tanto a él, como a ti, pues finalmente es un problema de pareja. Es fundamental que seas lo más sincera y diplomática posible a la hora de tratar el tema, y ver si están dispuestos a resolver la situación en conjunto. La salud de una relación requiere dedicación y compromiso mutuos: si el sexo es una dimensión importante para ti, más vale resolver el tema a tiempo y así evitar la acumulación de angustia, inseguridad y resentimiento, que no aportan en nada en una relación sana.
¿Y tú, has sufrido alguna vez la falta de deseo? ¿Pudieron superar el problema? ¡Cuéntanos tu experiencia!