Mi grupo de amigos más cercanos sabe que los niños para mí no son una debilidad; de hecho, les he dicho abiertamente que no tengo ningún interés por tener hijos. Pero cuando en tu grupo de amigos la idea de tener niños y formar familia es un objetivo, las cosas cambian y te das cuenta que los intereses son muy distintos. Por lo mismo, a veces las conversaciones no terminan muy bien, ya que no se logra llegar a un punto que deje a ambas partes contentas.
Claramente hay cosas que desde la llegada de los niños ya no serán las mismas:
-Coordinarse para juntarse cuesta un mundo: tendrás que proponer la idea de juntarse con harto tiempo de anticipación. Aquel que tiene un hijo deberá tener a alguien que cuide al menor; si no, tendrás que tener una rara junta con un niño presente (pensando que obviamente se reunirán en la tarde, porque reunirse en la noche con un menor es imposible).
-Los tiempos para reunirse se reducen al mínimo: cuando logres coordinar la junta, el tiempo de quien es papá o mamá será mucho más reducido, por lo que las instancias de distendimiento y risas serán mucho más cortas.
-Más de alguna vez te toparás con que tu amigo/a andará de mal humor porque se peleó con: su mamá, papá, pareja, la tía del jardín, la enfermera o con el mundo en general...
-Ellos comenzarán a contarte de problemas que para ti no tendrán cercanía, por más que trates de ponerte en su lugar: no tener plata para los pañales, planificar los controles con el médico, buscar colegio, comprar uniformes y útiles escolares, planificar los almuerzos y colaciones, etc.
-Andarán más cansados que de costumbre: la razón es obvia. Ellos, además de tener su mundo, tienen la vida de otro a su cargo.
-Mientras tú veas ropa para ti tu amiga verá para su bebé: esto no excluye que puedan conversar sobre moda, pero ella naturalmente hablará sobre cositas para su pequeño.
Sin embargo, los amigos son la familia que uno elige, por lo que poco a poco te adaptarás y comprenderás que su hijo es la parte más importante de su vida. Al principio hay que entenderlos, ya que al ser primerizos no son tan organizados. Pero de a poco verás como las cosas se coordinan y estas facetas de padre y amigo lograrán compatibilizarse.
Paciencia, ya que no por nada se mantiene la amistad y recuerda siempre que tu amiga te dio la dicha de convertirte en tía.