Estaba en el trabajo un día cuando de repente una de mis amigas empezó a decir: lo siento, perdóname, te amo y gracias. La mire con cara de desentendida y seguí con lo mío. Al rato la veo que seguía en lo mismo y no me aguanté la curiosidad: ¿qué haces? -Le pregunté-y me dijo que estaba agradeciendo por su día, que era algo cotidiano para ella y que le daba buenos resultados desde que lo practica.
Ser agradecido es una cualidad que pocas personas tienen, o al menos pocas la tienen dentro de mi círculo. Aunque, pensándolo bien, quizás es solo una idea porque no siempre es necesario agradecer las cosas en voz alta.
El tema es que me contó que lo que ella hace se llama Ho’oponopono, un arte hawaiano de liberación y sanación que permite resolver problemas, para los hawaianos es una religión pero resulta que en Hawai existen tantas que son solo algunos quienes practican este arte como culto.
Se trata de “borrar” aquello que no nos suma en nuestra vida y de liberarnos de las sensaciones negativas. Cuando entendemos que en un 100% es responsabilidad nuestra el realizar una ”limpieza” estamos viviendo el Ho’oponopono. Lo que se borra de nosotros se borra de todo, es decir de nuestras familias, conocidos y amigos pero teniendo en cuenta que esta sanación debe partir de ese “niño interior” que todos tenemos y se hace pronunciando tres palabras mágicas y una cuarta luego de cada liberación: lo siento, te amo, perdóname y gracias.
Todo lo que aparece en nuestra vida está para darnos una oportunidad de borrar, de “enmendar” el camino. Usaré un ejemplo de la autora Mabel Katz para explicar mejor el concepto: “cuando escribes mal una palabra, no le hablas al monitor y le dices ¿cuántas veces te dije cómo deletrear esa palabra? Sabes que el monitor no puede hacer nada al respecto. Puedes hablarle todo el día, pero el monitor te mira como preguntando ¿qué quiere que yo haga?" *Si deseas cambiar algo, primero tienes que borrar, crear el espacio vacío para llenarlo con la información correcta.
Tomar la responsabilidad de tu vida practicando estas simples palabras en todo momento del día, sintiendo. Es así como el universo se encargará de darte una mano. Para aclarar, el Ho’oponopono no se trata de religión o de un Dios específico, se trata de aprender a creer en algo e introducir fe en esa creencia, va más allá de manuscritos milenarios con una historia, se trata de una actitud diferente frente a los problemas. He ahí justamente el determinante de todo, de cómo te tomas una situación complicada, de tu visión y comportamiento.
Así que no lo olvides: Te Amo, Lo Siento (por favor perdóname por lo que hay en mí que está creando esto) y Gracias. No importa el orden, el universo se encargará de encajar tus piezas. Y sí, la limpieza empieza por casa y entregarse a la felicidad.
Puedes conocer más sobre las bases del Ho’oponopono en el libro “El camino más fácil” de Mabel Katz.
Espero les sirva, a mí me hizo mucho sentido.