La vida está compuesta por desafíos y se siente muy bien poder superarlos para salir invicta. Pero la existencia también nos trae pruebas, algunas más dolorosas que otras, que nos hacen sentir como si tuviéramos un tsunami en el interior del alma, el cual arrasa con todo y deja solamente cenizas de esa esperanza que tuvimos. Cuando nos encontramos en ese punto muerto, creemos que no seremos capaces de respirar y salir a flote nuevamente. Es en ese momento que la desesperanza intenta apoderarse del espíritu. Lo importante es no bajar los brazos y luchar para seguir en pie, porque algún día volveremos a disfrutar de los rayos de sol sobre el rostro. Si te encuentras en una etapa complicada, te hará bien leer estas 6 frases para combatir la desesperanza.
1. Samuel Johnson (1709-1784) Escritor inglés: “es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción”. Es verdad que después de una situación dolorosa nos encerramos, nos decepcionamos y perdemos la confianza, pero el dolor de suprimir la esperanza es mucho más terrible que enfrentar esa situación pasajera, vivir el duelo y dejar ir.
2. Maurice Maeterlinck (1862-1949) Escritor belga: “la desesperanza está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo”. Es tan simple como que la desesperanza está movida por nuestras limitaciones, mientras que la esperanza es infinita y está esperando por nosotras. Las mujeres somos fuertes y valientes, por lo cual no debemos dejar que nada ni nadie nos quite las cosas bellas que tenemos. Una caída no es más que eso: te paras, sacudes el polvo, curas tus heridas y retomas tu ruta.
3. Proverbio japonés: “es mejor viajar lleno de esperanza que llegar”: a veces nos concentramos demasiado en ciertas metas económicas o profesionales y terminamos auto exigiéndonos demasiado. Así, cuando llega la hora de obtener eso que buscaste con tantas ganas, descubres que no lo estás disfrutando. Es mejor ir algo más lento, pero que tus pasos estén sustentados bajo la sólida esperanza, que correr y llegar a la meta, pero que lo único que haya frente a tus narices sea desolación.
4. Julio Cortázar (1914-1984) Escritor argentino: “la esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”: esta es una de las frases más honesta de todas, porque la esperanza es vida, es experimentarla corriendo por tus venas. Pero si por el contrario la desesperanza es la que se apodera de ti, de cierta manera, tu vida sea apaga. Deja que tu existencia luche con todas tus fuerzas y llene tu corazón de esperanzas renovadas día a día.
5. François de La Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés: “la esperanza y el temor son inseparables, y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor”. A medida que pasan los años, nos toca hacerle frente al temor al fracaso, a la soledad, a la rutina, entre otros. Pero es inevitable que sientas miedo, es parte de ser humano y también de experimentar emociones. Por eso, no dejes de hacer cosas o te limites por el solo hecho de estar asustada. Si lo haces, darás pie a que la desesperanza congele tus sueños y anhelos.
6. Lu Xun (1881-1936) Escritor chino: “la esperanza no es ni realidad ni quimera. Es como los caminos de la Tierra: sobre la Tierra no había caminos; han sido hechos por el gran número de transeúntes”. Tú eres quien se deja llevar por la desesperanza y quien permite que esta crezca. Tú misma la construyes o la destruyes, además de entregarle poder sobre tu persona. Por eso, aunque sé que es difícil, no dejes que gane mucho terreno en tu vida, trata de mantenerla encerrada y deja salir tus penas, para liberarte de esas cargas lo antes posible.
Aunque a veces nos toque perder, partir de cero y unir a la fuerza los trozos, parte de estar viva es llorar un par de lágrimas de vez en cuando. Intenta visualizar lo bueno de esa experiencia, qué aprendiste de ella, en qué forma te cambió y utiliza todo ese dolor (que dejarás partir) como un motor que te permita seguir avanzando y te ayude a comprender y valorar todo lo bueno que tienes a tu alrededor, para que la esperanza vuelva a ocupar el lugar que se merece.