Cuando nacemos, nuestra llegada al mundo está marcada por el llanto. Esta es una de las señales más claras de que soltar el dolor es parte de los procesos orgánicos de un ser humano. Pero en ese afán de ser infalibles, perfectas, poderosas e imbatibles, restringimos el llanto de cualquier forma y terminamos tragando las lágrimas, junto con aquello que nos afecta. El problema es que nos olvidamos de que el alma es un saco y que, tarde o temprano, termina rebalsándose. Lo mejor es dejar salir esas lágrimas no sólo para que no se acumulen y nos acarreen consecuencias peores, sino que también porque llorar trae consigo algunos beneficios. Si eres del tipo llorona, entonces sorpréndete con estas 6 razones por las cuales llorar nos hace bien.
1. Es una buena forma para deshacerse del estrés
Es un hecho que el reprimir las emociones estresa. Lo digo por experiencia propia, porque al no ser demasiado cercana a la ira, ésta se me acumula por mucho tiempo, hasta un punto en que lo único que quisiera es romper papeles, patear cajas o comprarme un puching ball (de esos que usan los boxeadores). Con la tristeza pasa lo mismo y si estás constantemente evitando llorar - porque te da vergüenza, por orgullo o desconfianza -, llegará un punto en el que explotarás saldrá toda la pena junta o tus nervios colapsarán). Si no quieres que te vean llorar, busca un lugar a solas y deja salir ese peso de tu corazón.
2. Clarifica tus ideas
Cuando tenemos pena, pareciera que todas las ideas rebotan, al interior de nuestra cabeza, y chocan entre sí. Es porque las emociones nos están jugando una mala pasada y necesitamos eliminar todo aquello que no nos sirve, dejar que salga y que la tristeza deje de interferir en tus pensamientos, decisiones o que los recuerdos te atormenten. La basura se bota y en este caso, es necesario eliminar los desperdicios internos, sacarlos y dejarlos partir.
3. El llanto nos ayuda a ponernos en los zapatos del otro
Ya sea que tú estés llorando o ves a otra persona hacerlo, este hecho automáticamente despierta lo mejor de nosotros. Personalmente, una vez que viajaba en el transporte público y no fui capaz aguantar la pena, mis lágrimas explotaron. Por más que busqué un pañuelo para secarlas, descubrí que no tenía. Un hombre que también viajaba en el mismo vagón, sin yo decir palabra, me facilitó uno de sus pañuelos desechables. Con este ejemplo cotidiano queda en evidencia que el llorar nos acerca a las personas y si puedes hacerlo mientras alguien te consuela, no sólo expulsarás lo malo, sino que también tendrás el apoyo de una persona que estará ahí para ti.
4. Te mereces una catarsis
El llanto no sólo proviene de la tristeza, sino que también de la rabia, la frustración o el dolor físico. Por eso, para sentir ese maravilloso alivio que solamente brinda el explotar y casi vomitar los sentimientos, llorar a mares es una excelente catarsis. Uno de los placeres culpables, de varias de nosotras, es ver películas ultra románticas, acompañadas de una caja de chocolates y de pañuelos desechables, para llorar de principio a fin con la historia. No asumas a las lágrimas como si fueran enemigas, e incopóralas naturalmente a tu vida cotidiana. Descubrirás que también pueden traerte cosas buenas.
5. Te ayudan a superar y seguir avanzando
Futuro, esa es la palabra clave. Cuando acumulamos rencor, temor o pena, no nos estamos permitiendo el avanzar hacia lo que nos tiene deparado la vida y sacar de la maleta esos pesos que ya no son necesarios de cargar. Por eso, lo mejor es darse un poco más de permiso y si el final de una peli, una foto en Facebook, una pelea con tu pololo o los nervios de una presentación frente a toda la oficina te producen ganas de llorar, entonces no cuestiones tanto y simplemente hazlo. Busca el momento indicado y si tienes a alguien de confianza, pídele un abrazo.
Hace tiempo que dejamos atrás esa época de “los hombres no lloran”, así es que deja de tener esa idea limitada de que llorar te hace débil, porque esta emoción es parte de los procesos naturales de los seres humanos. Si no quieres que te vean llorar, entonces derrama algunas lágrimas cuando estés sola. Entierra todas esas emociones que tenías guardadas, dales un correcto funeral y prepárate para seguir con tu vida, pero más liviana, feliz y menos estresada.