"¡Es que las cosas son como yo las digo! ¡Tal cual las pienso! ¡Tus palabras no valen!". Sí, claro y uno nació ayer para creerles a estos especímenes que se las dan de dioses poco menos. Y por si fuera poco, también de jueces, ya que no encuentran nada mejor que criticar todo lo que haces y que por cierto, es todo malo. Jamás encontrarán que en tu vida hay algo bueno o que haces bien.
¡Terrible! Les presento amigas a: los hombres sabelotodo. Es muy fácil identificarlos, ya que dan una imagen de ser fuertes, onda "aquí vengo yo, soy el súper hombre, ¡coloquenme alfombra roja porque soy el más bacán!", aunque en el fondo son tremendamente vulnerables. Suelen comparar sus defectos con los nuestros y las cosas malas que han pasado en sus vidas las traspasan a otras personas. De esta forma basurean a los demás y alivian sus propias vidas.
Y claro, porque algunos no han tenido una buena infancia y han pasado por momentos muy dolorosos; no han recibido el amor suficiente para amarse ellos mismos o incluso no han sido amados realmente por sus parejas. Entonces, como ven que nosotras hemos tenido amor de verdad, ya sea de nuestros maravillosos padres, parejas o amigos leales, sólo buscan hacer daño gratuitamente.
Para esto, su mejor manipulación es maltratar psicológicamente, tratando de hacer sentir mal a otra persona. Pero lamentablemente están muy equivocados.
Claro, para una persona vulnerable y débil de carácter es complicado, pero cuando se encuentran con una mujer con una fortaleza a toda prueba -me considero una de ellas por cierto- y segura de sí misma ¡pucha que lo pasarán mal, porque jamás nos permitiremos dejar pasar a llevar! Al menos yo, siento mucha lástima por este tipo de hombres, ya que se creen lo máximo y en el fondo son muy débiles. Sólo es una coraza que se colocan para que no entren en su mundo interior, lleno de miedos, de recuerdos negativos y de tristes experiencias.
¿No será mejor que sean sinceros y cuenten lo que les pasa a que anden alterándose y pasando a llevar a otras personas porque se les da la real gana? Y como dicen por ahí, "como tú eres ves al otro". Es decir, si tienen la embarrada en su vida, pensarán que nosotras también. Hablar con ellos es perder nuestro preciado tiempo, ya que es conversar con una pared tratando de explicar que está equivocada.
¡Pero bueno!: hay de todo en esta vida y si se juran dioses es problema suyo. En el fondo sabemos muy bien que la gente así no llega a ningún lado con su soberbia, rabia, prepotencia o envidia y se quedan solos en su oscuridad.
Y ustedes, ¿se han topado con tipos así?