Por muy loca que parezca la pregunta que encabeza esta nota, debemos responderla con un no. Y es que durante muchos años lo hemos hecho mal, provocando irritación y hasta granitos con fórmulas no efectivas. Por eso, debemos aprender a usarlo y estaremos verdaderamente protegidas.
Cada mujer es diferente en cuanto a desodorantes: algunas transpiramos más que otras, somos alérgicas, tenemos problemas con los aromas o nos irritan. A pesar de eso, todas debemos usarlo, es casi tan indispensable como lavarse los dientes. Pero la verdad es que lo hemos estado haciendo muy mal. Sí, somos culpables de andar con las axilas malolientes y con picazón.
Actualmente, las instituciones relacionadas con la hiperhidrosis han difundido consejos para ayudarnos con el tema:
1. No apliques desodorante luego del baño. La piel demora en estar seca y esa humedad impide la correcta absorción del producto.
2. A la hora que sea que lo apliques, usa una toalla para quitar todo el sudor, residuos y humedad.
3. Usa el desodorante por la noche. Al haber menos movimiento, hay menos sudor, momento en que el producto podrá penetrar en tu piel y tener un correcto funcionamiento.
Todo esto se basa en que la transpiración no aflora sólo de la parte externa de la axila, sino también desde capas más profundas, a las que la fórmula no logra llegar sino en varias horas. Si llega al origen del problema, éste se soluciona. Aunque la verdadera seguridad femenina está en los ideales y la forma de ver la vida, hacer todo eso con un desodorante que nos acompañe es indispensable. Por eso, pon en práctica estos tips y no dejes que nada te quite la confianza de verte y sentirte genial.