Es una gran pena, pero muchas de nosotras terminamos alejando a nuestras parejas sin querer. Tanto inútil esfuerzo por intentar "salvar" la relación, termina por cortar el hilo de lo que quedaba de ella. Sin embargo, es una buena oportunidad para hacer una autocrítica y percatarnos en qué fallamos.
Primero, debes pensar en esas "pequeñas" obsesiones que acostumbraste a manifestar. Quizás ese afán por decir lo que te molestaba, para él se traducía en un enorme sermón que lo criticaba en vez de ofrecerle una solución. Muchas veces pecamos de demasiada "honestidad" y terminamos por herir sin querer. Decir todo, no significa decir lo que te da la gana. Hay que ser empática y pensar en las cosas que no te gustaría oír.
Otra razón, desde el otro extremo, es el descuido confundido con libertad. Está bien otorgar espacios a tu pareja, pero cuando lo dejas hacer "lo que quiera" y le manifiestas que no te importa, lo estás desligando de ti, haciéndolo pensar que realmente no te interesa él. Ten cuidado con los límites de los espacios, nunca olvides que son una pareja.
Finalmente, el egocentrismo es otra razón que termina por alejarlo de tu lado. Que la relación gire en torno a ti y tus necesidades, aunque él te siga y complazca, hará que sólo un poco de atención ajena lo haga emigrar de tus brazos.
Valora tu relación antes de que sea demasiado tarde. Nunca está de más un análisis y un poco de autocrítica para mejorar.