Aunque nos cueste admitirlo, las mujeres tenemos una parte de brujitas en nuestro ADN, que a veces es difícil de controlar. Es por eso que cuando tu pareja te cuenta que se reunirá con sus amigos, aunque le muestres una sonrisa de oreja a oreja y le digas que vaya con total tranquilidad, por dentro tu corazón late más fuerte. Tu cabeza comienza a enrollarse más de lo normal y en el fondo te sientes algo celosa, porque tu amor está prefiriendo a sus "compadres" antes que a ti.
Pero aunque te cueste creerlo, es bueno que tu pololo, esposo o amigo con ventaja, tenga su club de Tobi, ya que todos los seres humanos necesitamos vincularnos, de diversas maneras, con las personas que nos rodean. Admítelo, hay temas de los cuales sólo conversas con tus mejores amigas y también secretos que a ellas les contaste. Entonces ¿por qué tu pareja no puede hacer lo mismo? No puedes pedirle que su mundo gire en torno a ti, porque tarde o temprano necesitará aire.
Las leyes del amor son simples y una de ellas es que mientras más “brujeo”, mayor posibilidad de que un hombre termine involucrado en malos pasos. Ten en cuenta que no puedes vigilarlo las 24 horas del día y que si quiere hacer algo incorrecto, siempre encontrará la forma para cumplir ese objetivo. Por lo anterior, no puedes mantenerlo encerrado en la casa el mayor tiempo posible, porque parte de amar es confiar.
Hombres y mujeres necesitamos relacionarnos con nuestros pares para hablar de temas y gustos en común. En el caso de ellos, el fútbol, los autos, las cervezas, los videojuegos y por qué no decirlo, también de otras mujeres (no somos las únicas féminas que existen en el universo y serías algo mentirosilla si dijeras no admitieras haber encontrado atractivo a otro hombre alguna vez).
Mantener el espacio propio también es parte fundamental de una relación y él necesita sentir que es dueño de esa instancia, su propio club de Tobi, le pertenece a sí mismo y a sus “amigotes”. Además, el que no le pongas trabas para ver a sus compinches ni tampoco le hagas elegir entre ellos o tú, lo hará sentirse feliz, equilibrado y agradecido de tener a su lado a una mujer que entiende sus ganas de compartir con sus amistades.
Déjalo conservar esa parte de su libertad: que sienta que aún mantiene su independencia y poder de decisión, a pesar de no estar "soltero". Que no se sienta agobiado, amarrado o ahogado. El amor no es una competencia y necesitamos entender que una mamá, la familia o los amigos, no juegan el mismo rol dentro de la vida de un hombre y tú no puedes reemplazarlos. Él debe equilibrar de manera adecuada todos los aspectos de su personalidad ¡Déjalo ser!