En Chile, hablar de sexo sigue siendo un tabú. Aunque nuestras nuevas generaciones vengan más desinhibidas, contamos con una mayoría de población mayor que vivió su sexualidad llena de trabas y prejuicios.
Por eso, cuesta un poco atreverse a hablar, ya que uno duda de si se podrá tratar el tema con libertad, altura de miras y sin censura.
Contextualicemos un poco, para el hombre chileno, el sexo oral está relacionado a dos temas: uno negativo y otro... muy placentero. A la persona que realiza la fellatio, se le asocia al antiguo “patero”, “chupamedias” o “espinita”, aquella persona ultrareverencial con las jefaturas. Por otra parte, la invitación a hacerla, es un insulto de grueso calibre, casi una humillación en una riña callejera.
No quiero profundizar esos aspectos sociológicos, pero llama la atención que una actividad tan íntima y placentera, tenga una asociación popular tan negativa. Pero nosotros, vamos a hablar de la acción real, de la interacción de la pareja, de “ese momento”.
Seamos claros, a diferencia de las mujeres, que tienen probadamente varias zonas erógenas, el hombre está centrado en su pene. Ok, hay personas que reaccionan con caricias en cuellos, orejas, la espalda o el trasero, pero LA zona es el pene. ¿Por qué? La piel que cubre el glande es muy delgada, casi una telita y en toda esa zona y la parte del “frenillo”, vale decir en, donde se junta la piel con el glande, está lleno de capilares y de terminaciones nerviosas que reaccionan al más mínimo estímulo.
Cuando un hombre recibe el sexo oral, el pene reacciona a varios estímulos. De partida, la boca genera una temperatura, una humedad y una sensación muy similar al estar en una relación sexual vaginal. El suave roce de los dientes, tiende a estimular aún más los capilares y lo mejor de todo, es que se pierde absolutamente el control, ya que es la otra persona la que maneja a su ritmo, a su antojo, la forma de entregar placer.
Pero deben ser cuidadosas, no es un chupetín con centro líquido. Una mordida puede ser muy peligrosa, (además de dolorosa). Todos en la boca tenemos muchos microorganismos, no importa cuán profunda sea nuestra higiene bucal, siempre habrá algo que puede provocar una infección.
Esta fellatio es una buena forma para despertar la pasión en un hombre dormido o cansado, o una buena “previa” o incluso un buen “adelanto” de lo que se puede hacer con más tiempo. La relación sexual no es sólo recibir placer, atreverse y entregarlo también es una forma de entrega muy valorable y de seguro tendrán a su hombre dispuestos a experimentar cosas nuevas y a hacerlas muy felices en la intimidad. Bueno, de eso se trata el sexo, ¿o no?