Siempre que alguien me preguntaba si creía en el amor a primera vista, yo respondía de manera tajante y segura: “no, el amor a primera vista no existe”. Por aquel entonces pensaba que aquello era “calentura a primera vista”, y que todos esos encuentros mágicos que las películas nos muestran no eran más que una gran mentira. ¿Cómo era posible que dos personas, con tan sólo un cruce de miradas, pudieran enamorarse?
Todas esas ideas rondaban mi cabeza, hasta que un día me sucedió lo impensable: ¡me enamoré a primera vista! Fue algo tan mágico, real e intenso que no pude dudarlo. ¿Quieres saber cómo sucedió?
Era un día cualquiera, y había quedado con un amigo para ir a comer. Nos dirigimos a un local que ya conocíamos, y cuando estábamos llegando veo a un guapo muchacho fumando afuera. Y cuando te digo que vi a un guapo muchacho, me refiero a que el tiempo se detuvo, el mundo desapareció y se me apretó el corazón. No lo conocía, pero algo (tremendo) sucedió conmigo.
Entramos al local y el chico en cuestión entró tras nosotros. Era un nuevo mesero que habían contratado. Se acercó a tomar nuestra orden y mi corazón no dejaba de latir fuerte, como si fuese a saltar fuera de mi pecho. Simplemente ¡quedé fascinada con él! Lo miraba fijo a sus ojos color avellana y sonreía como una boba. ¿Y sabes lo mejor de todo? Él me sonreía también. Lo sé, era parte de su trabajo. Pero déjame decirte que es la sonrisa más hermosa que he visto en toda mi vida.
¿Te das cuenta? Ya me había enamorado. Retrasé a mi amigo lo más que pude, pero finalmente no me quedaron excusas y tuvimos que marcharnos. En ese momento no me atreví a dejarle mi número, pero días después me lo encontré en el metro y no pude desaprovechar la divina oportunidad que el destino me estaba brindando. ¡Había pensado en él todos los días!
Y a pesar de que fue una relación breve, la recuerdo con mucho cariño. Y me atrevo a llamarlo amor porque sé que eso es lo que fue, y sé que eso es lo que sigue siendo. Es una lástima que ya no estemos juntos, pero es una de las cosas más mágicas que me han sucedido. Si te has enamorado así, seguramente sabes a lo que me refiero: son esos amores que nunca olvidas (y me atreveré a decir: nunca terminan).
Y tú, ¿te has enamorado a primera vista?