En lo personal, nunca he tenido problemas con reconocer que estoy enamorado. Llevo 5 años con mi mujer, soy padre y no se me ha apagado la “llama del amor”. Aún en momentos complejos, tengo claro que mi vida sin ella (y sin mi hijo), no tendría sentido alguno.
Existen muchas caricaturas del hombre enamorado. Desde el macabeo, manduqueado, "te perdimos", entre otras frases que por lo general los amigos dedican - medio en serio, medio en broma - al amigo flechado por Cupido.
Ok, reconozcamos que algunas prioridades cambian. Cuando uno es soltero y joven, los amigos ocupan un lugar muy importante: el carrete, la pichanga y las conversaciones con ellos toman gran parte del tiempo libre. Queda otro poco para la familia y entre medio, una que otra conquista y sería (con las extensas jornadas laborales de hoy, más las horas de desplazamiento para ir de la casa al trabajo y viceversa, es difícil tener tiempo para más).
Pero cuando aparece “ella”, todo cambia y el factor tiempo suele ser el más trastocado. Si bien es el mismo, como dije más arriba, las prioridades cambian. El estar con ella se vuelve una necesidad básica. Verla, abrazarla, acompañarla, amarla, se transforma en una preocupación vital, como comer o tomar agua. Si estás enamorado, no concibes el mundo sin ella.
No sé si serán “mariposas en la guata”, pero sí existe ese “nervio” antes de verla. Preocuparse de estar bien presentado, limpio, ordenado y “lindo” para ella. Con los amigos, eso da lo mismo, tus partners te conocen despeinado, con resaca y no les importa… pero para ella, sería una afrenta. De alguna manera, hay que intentar equiparar el que ella se produzca, vaya a la peluquería y se preocupe de que la veas linda.
Y claro, cuando uno está enamorado, muchas veces cambia. Por estar con ella, uno hace concesiones grandes: veamos la teleserie, te acompaño al mall; cosas que generalmente estando solo no harías, salvo para ir a ver una película o comprar algo puntual. Pero de ahí a pasar tardes enteras vitrineando, esperando que a ella le guste algo, o que reclame porque le decimos que se ve linda con una polera que no le agrada… Lo decimos en serio, sí nos gusta cómo le queda. Da lo mismo la polera, es ella y se verá bonita como sea. Ok, uno con el tiempo va conociendo los gustos y empieza a encontrar cosas que sí se pondría, por diseños, colores, etc... ¡pero a nosotros nos da lo mismo!. Es nuestra enamorada, y aunque se pusiera un saco harinero le diríamos que se ve bien, así es el amor. Sí, todo eso lo hacemos por amor a ella, por querer compartir y pasar el tiempo juntos. En fin, así como ustedes nos lo piden siempre, a nombre de mis congéneres también les pido un favor: cuando se dé, valórenlo y traten de que sea recíproco.