Relaciones tóxicas: son aquellas en donde las parejas la pasan mal. Si bien muchas veces podemos detectarlas desde afuera; cuando estamos inmersa en ellas, generalmente no nos damos cuenta. Es por eso que aquí van 4 tipos:
1.- Peleadoras. Son vínculos que han hecho de la discusión su pan de cada día. Los típicos en que los dos viven como el perro y el gato, pero después andan de lo más bien. Es como si la pelea fuera lo que los alimentara como pareja.Sí, les encanta pasar ratos desagradables, y luego reconciliarse. Pero ¿saben? con el tiempo eso empieza a dañarlos, ya que para nadie es sano enfrentarse a quien ama.
2.- Idealizadas. Se basan en las expectativas de mejorar algún defecto de la pareja. Entonces Siempre hay cosas que le desagradan del otro, pero se tiene la esperanza de que “ello cambiará” algún día. Supuestamente el amor es capaz de todo, incluso de modificar a la persona de la cual nos enamoramos. Algo bastante extraño, considerando que nadie puede ser tal cual nosotros queremos; a menos que sea un muñeco.
3.- Por chantaje. Este tipo de relaciones se sustentan en el castigo emocional. Es decir, para que el otro haga lo que deseamos, se le amenaza con aplicar este recurso negativo. Es un vínculo casi irreal, pues el pololo/a actúa condicionado; no porque quiera. Es como si uno fuera el amo que manda; y el otro, el esclavo, que sólo obedece para evitar una reprimenda. Así que claramente dista mucho de ser un vínculo sano.
4.- Las que completan. Son aquellas en donde los miembros basan su existencia en la relación. O sea que si quieren cambiar algo de sí, no es porque lo deseen, sino porque el pololeo lo requiere. Probablemente para que funcione, mejore o lo que sea. Su excusa es que los “llena” o que es su razón de vivir. Por lo tanto, se trata de un vínculo en el que se depende totalmente del otro; tanto para hacer como para no hacer.
Y tú, ¿conoces algún otro tipo de relación tóxica?