La vida es como un largo viaje en tren: algunos bajan mucho antes de nuestro destino. Personas cruciales en nuestra vida: padres, hermanos, abuelos, amigos. ¡Y vaya que grande el vacío que dejan!. Extrañamos su abrazo, sus palabras certeras, su apoyo y aquellos consejos sabios e inigualables, tanto en cosas triviales como en otras más relevantes. Sabemos que ya no nos miraremos más en sus ojos infinitos, ni contemplaremos aquellas sonrisas capaces de aliviar cualquier pena o desazón.
Sin embargo, ¡qué bálsamo es poder verlos en sueños!. Sentimos nuevamente el calor de su abrazo en aquellos instantes mágicos en que viajamos al mundo onírico. Llámese subconsciente o fenómeno paranormal, es una experiencia que te deja una hermosa y necesaria sensación en el alma, brindándote el combustible necesario para continuar.
Dicen que hay personas eternas, porque el recuerdo que dejaron es imborrable. También hay quienes sostienen que aunque el cuerpo no esté, el amor y el alma quedan. Ninguna de nosotras sabe qué hay más allá del umbral, pero personalmente creo que cuando el amor es grande, no muere ni desaparece. Por eso, aquellas bellas instancias de conexión que se dan en los sueños, ¡son incomparables!
Y tú, ¿has soñado con esos seres queridos que ya no están?