¡Qué pena que sean los funerales los que unen a las familias! Es una lástima que sean aquellas las ocasiones en que tomamos valor a lo que sentimos seguro. Deberíamos aprovechar en vida el exquisito amor de nuestros cercanos, particularmente los ancianos. Sus experiencias, sus historias y su invaluable compañía, antes de que sea tarde.
Consciente de esta triste verdad, este abuelito pone en práctica una creativa fórmula para compartir la Navidad con sus seres queridos. ¡Emociónate después del salto!