" - ¡Mi amor, vamos a una exposición de arte!
- Pero si sabes que no me gustan esas cosas, veamos una película.
- ¡Gordo, mejor acompáñame a un tributo de los Guns!
- ¿Yo, en un concierto de Rock? ¡Eso no va conmigo!
Y es ahí donde se te alisan todos los pelos y te preguntas qué haces con aquel hombre. Claro, mucho amor debe haber, cariño, historias juntos, pero cero compatibilidad en cuanto a intereses en común.
Al principio quizás se pasa por alto, ya que uno está embobado, con las mariposas en el estómago y toda esa fase de enamoramiento; pero ya pasado un tiempo, comienzan los malos entendidos. Porque, ¿qué mejor que tener gustos en común?
A mi parecer, compartir aficiones afianza mucho más la relación, ya que existen más salidas, no hay tanta rutina, se pueden experimentar cosas nuevas y resulta entretenido. De hecho, he estado con parejas a los que les encanta el rock, aman la música y las tocatas en vivo. ¡He sido feliz a su lado!. Podemos conversar todo el rato de música y temas afines. Sin embargo, también me han tocado bombones con los cuales he tenido cero feeling en cuanto a gustos en común y la verdad, lamentablemente, me he terminado distanciando.
Si están en pareja e incluso proyectan la relación a futuro, tengan en cuenta este tema. Créanme que se transformará en algo muy importante. ¡Imagínense pasar toda la vida junto a ese bombón de sus sueños! Tener historias que contar a sus hijos, amigos y familia, de salidas fuera de lo común.
Lo mejor es compatibilizar en todo sentido para tener una relación a ¡todo dar y nunca aburrirse a su lado!