Hay eventos que marcan tu vida para siempre y la hacen ser mejor. Pero el día del que hoy les hablaré me sacó de la mala racha que he tenido todo el año.
Soy psicóloga titulada y desde abril que estoy lista para trabajar. Salí de la Universidad siendo una muy buena alumna, con notas sobresalientes, tengo contactos y gente que me podría ayudar a encontrar trabajo... pero la realidad es que no lo logré. He tirado más CVs de los que recuerdo, compraba los diarios todos los domingos, pedía ayuda a mis "amigos", pero nada. Sabía que mi área de trabajo estaba complicada, pero tenía la esperanza de que con mis conocidos y mis buenas calificaciones algo iba a salir.
La cosa es que desde ahí en más, mi vida no anduvo muy bien: contratiempos y problemas por montón. La verdad, ya estaba cansada de que los planes me salieran mal todo el tiempo, que no me llamaran o ver anuncios que pedían "psicólogo con 25 años de experiencia, 2 magister y un doctorado, menor de 30 años" (Sí, es una exageración pero así están las cosas). Lo bueno es que ¡hoy ha sido un gran día! Me confirmaron que mañana comienzo a trabajar en un proyecto, el cual me asegurará al menos unos meses de trabajo. No ganaré mucho dinero, pero haré lo que amo, con personas que necesitan de mí y ganaré la ansiada "experiencia".
A veces me imagino que es casi como subir de nivel en un juego. Si nadie te da la oportunidad de jugarlo, ¿cómo vas a dar vuelta las etapas? En fin... pero no sólo fue eso, sino que también ¡este día aprobé mi examen de conducción! ¿Por qué es tan importante esto? Por dos razones: la primera mi trabajo queda lejos y la segunda, que para pedir una hora tuve que ir 5 veces a hacer una fila a las 6 a.m, ya que sólo reparten 40 números y no alcanzaba. Ahora, lo importante es que después de mucho esfuerzo, trámites y burocracia, logré sacar mi licencia. Lo malo es que me la entregan el lunes y es mi primer día de trabajo. Comprenderán que no puedo pedir libre recién llegando
En fin, queridas lectoras, qué gusto poder compartir estas buenas noticias. Espero que sean sólo el comienzo de lo que desde ahora vendrá en mi vida. Por lo menos, estoy empezando con el pie derecho.