Cuando pensamos en los tatuadores nos imaginamos hombres grandes, llenos de tatuajes y quizás algo brutos. Pero la verdad es que estos chicos son ¡todos unos bombones! ¿Quieres saber qué es lo que los hace tan atractivos? Presta atención a estas 10 cualidades que, personalmente, me vuelven loca:
1. Misteriosos: La primera vez que ves a un tatuador, no sabes muy bien qué pensar. Siempre están con la cabeza cabizbaja, ya sea diseñando un tatuaje o aplicando tinta en la piel de alguien. Se dedican a promocionar y perfeccionar su trabajo y, por lo mismo, es poca la información que dejan entrever sobre sus gustos e intereses. Si logras llegar al corazón de alguno, ¡te envidio!
2. Rudos: Una de las cualidades que más que atrae de los tatuadores es ese look rudo y masculino. Por lo general (y esta es una gran generalización de mi parte) visten de negro, tienen piercings y/o expansiones y sus brazos están ¡llenos de tatuajes! Ay, definitivamente esa es mi mayor debilidad. No tengo muy claro porqué, pero me encanta esa apariencia de chico malo.
3. Talentosos: Los buenos tatuadores son realmente muy talentosos. No se trata sólo de dibujar bien, sino de llevar ese hermoso diseño a la piel de otra persona. Y estamos hablando de algo que quedará ¡por toda la vida!. El pelo vuelve a crecer, pero la tinta en tu piel estará ahí por siempre. ¡Me encantan los hombres con este talento tan especial!
4. Pacientes: Y esta habilidad viene acompañada por una cualidad increíble, ¡una gran paciencia! ¿Has visto esos tatuajes diminutos, y que tienen mil detalles? ¿O esas personas que lloriquean mucho? ¿O esos perfeccionistas indecisos que le hacen mil cambios al diseño antes de finalmente aceptar que está precioso así tal cual? Definitivamente, estos hombres tienen un don.
5. Detallistas: Otra cualidad que me atrae mucho de este tipo de hombre es que son muy detallistas. Debido a lo importante y delicado de su trabajo, su ojo se afina y son capaces de notar los pequeños cambios. ¡Por fin alguien se dará cuenta cuando te cortas el pelo!.
6. Cuidadosos: Un buen tatuador siempre es cuidadoso con la persona que se “entrega a él”. Está constantemente pendiente de ti, de si duele mucho, de si te gusta cómo va quedando. Y, por supuesto, estas maravillosas atenciones se traspasan a su vida personal. Así, tras aquella ruda apariencia, podemos encontrar un hombre cuidadoso y detallista.
7. Saben escuchar lo que quieres: Ésta, después de los brazos llenos de tatuajes, es una de mis cualidades favoritas. Y es que los tatuadores, como pocos, saben escuchar lo que una quiere sin sentirse heridos o pasados a llevar. No toman tus intereses como una crítica, sino como algo válido y que, de hecho, los ayuda a hacerte mucho más feliz.
8. Carismáticos: Cuando te vas a tatuar por primera vez, vas hecha un manojo de nervios. Sabes que dolerá y a mí, por lo menos, me dan ganas de salir arrancando. Supongo que por eso agradezco mucho esta cualidad de los tatuadores: son muy carismáticos. Saben “meterte conversa” y te sacan una que otra sonrisa, lo que aliviana el ambiente y te relaja.
9. Independientes y con iniciativa: Ser tatuador no es un trabajo convencional. Por lo mismo, si desean triunfar, estos hombres deben tener altas dosis de independencia e iniciativa. Deben ser capaces de perseverar en sus sueños, perfeccionarse a sí mismos día a día y tener una gran constancia (porque cuando eres tu propio jefe, ¡es muy fácil descuidarse!)
10. Sexies: Finalmente, la última cualidad que me atrae de los tatuadores es una suma de todas las anteriores. Cuando veo un hombre así de misterioso, rudo y talentoso, me parece ¡inevitablemente sexy! Con el tiempo los vas conociendo y te das cuenta que también tienen un lado cuidadoso, tierno y preocupado. Totalmente irresistible, ¿verdad?
Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de ellos?