Nuestras queridas amigas. Las adoramos, porque están en las buenas y en las malas. Pensamos que nunca tendremos un problema real con ellas, porque la amistad todo lo puede. Y bueno, eso ¡hasta que no se cruza la plata de por medio! Es ahí donde puede quedar la grande.
Tienes una partner con la cual te llevas muy bien y es negociante por naturaleza. Te propone que la ayudes en sus ventas y con mucho entusiasmo accedes de inmediato, total ¡no tienes nada que perder y mucho que ganar! Es lo que todas hemos soñado alguna vez: iniciar algún negocio con una amiga, pero ojo: ¡no todo lo que brilla es oro!
Pasan los días, ya estás involucrada en sus proyectos e iniciativas. No te queda otra que 'apechugar' y colocar todas las ganas posibles. Está todo bien, hasta que ella te cambias los planes. Resulta que esa amiga "de tanta confianza" ahora no quiere pagarte lo que prometió en primera instancia. En el fondo, te juega chueco, no es coherente con lo que dijo y te pasa a llevar como persona.
Quizás no se da cuenta de lo que hace y te culpa a ti de la situación. No pues, eso no podemos tolerarlo, ya que si se la dejamos pasar una vez lo hará siempre. Lo más recomendable en estas situaciones es cortar todo lazo y poner un 'stop'. Te paras, das las gracias y te vas ¡simplemente no sigues con la idea!
Es mejor retirarse a tiempo que andar pidiendo limosnas después, ya que eso hacen estas supuestas 'amigas': te humillan porque ellas ganan mucha plata y tú no con el tema del negocio. ¡Feo, muy feo, eso no se hace con las amigas!
Pero no todo es tan malo, ya que nos sirve de experiencia para tener los ojos abiertos, colocando toda nuestra atención a qué tipo de gente dejaremos entrar en nuestro entorno. Muy distinto es si contamos con una amiga de años, fiel y cien por ciento de confianza, que no nos hará daño, ni jugará chueco. ¡Con esa amiga sí! A ojos cerrados. Jamás te perjudicará en los negocios y puedes estar tranquila en todo tipo de venta o asociación que hagan. Ahí sí que puede dar muy buenos frutos la relación entre amistad y negocios; no con alguien que solo piensa en ella y su beneficio económico.
No importa qué tanto te prometan y por todas las cosas que hayan pasado: cuando está el dinero de por medio, las personas se transforman y dejan ver su peor lado. Por eso, mucho cuidado antes de iniciar un negocio con las amigas. Si se puede, pero con la persona adecuada. Preocúpate de que sea alguien sumamente fiel, incondicional y de buen corazón. ¡Es mejor terminar con una hermosa sonrisa que con una pelea y sin ni uno!