Ahora es cuando las calles explotan, Luis Miguel y su CD navideño está en replay todo el santo día. La gente va apurada, las filas son eternas, los precios en algunas tiendas sobrevalorados, todo por la Navidad y el Año Nuevo. Parece que todo el mundo está estresado, pero dicen que les encantan estas fiestas. ¿Quién los entiende?
Nosotras, las aburridas y chatas de estas fiestas de fin de año, vamos tranquilamente caminando. Un café en la mano, el celular en la otra y no nos preocupamos por comprar los regalos, ni por decorar hasta el baño con espíritu navideño. Algunos dirán que somos grinch, otros dirán que somos amargadas. Yo solo digo que hay cosas que no nos producen las mismas emociones que al resto.
¿Cómo sobrevivir? Lo siento, tendrás que ser parte. Aunque no es necesario poner la sonrisa en la cara. Puede ser la hermana amargada en la mesa, que tira los comentarios ácidos como Daria. Lamentablemente, somos minoría. Por lo tanto, es imposible apagar la felicidad que genera la llegada del viejo pascuero y la bienvenida del Año Nuevo. Cuesta un poco escapar de la Navidad, está por todos lados. En Año Nuevo es más fácil esconderse, preparas una buena pizza, ves una serie tranquilamente y puedes recibir 2016 tirada en tu cama haciendo lo que más te gusta: nada.
En el peor de los casos, te tendrías que sumar a la causa y la felicidad de las fiestas de fin de año. Si no puedes contra ellos, únete. Total, un poco de alegría y espíritu familiar no le hace mal a nadie.