Propiciar un quiebre sentimental puede ser una decisión muy difícil, dependiendo de los sentimientos y proyectos que se hayan construido. Por eso, es importante que las ideas están realmente claras antes de tomar una opción que podría causar daños irreversibles. Toma nota de las 6 cosas que debes considerar antes de terminar una relación, para asegurarte que sea la alternativa correcta.
1. Sientes rechazo hacia tu pareja
Lo primero que debes evaluar es si sientes algún tipo de rechazo hacia tu pareja. Si te incomoda besarlo, tocarlo o simplemente hablar y salir con él, puede significar que de verdad ya no sientes atracción por tu "amorcito" o que necesitas urgentemente espacio.
En el caso de la falta de atracción, reflexiona si se trata de alguna etapa o algún aspecto físico/psicológico en particular que te cargue de él (ejemplo: falta de higiene, descuido del lenguaje, etc). Si bien lo físico definitivamente no lo es todo, constituye una parte importante que -si no se le presta atención- puede impulsar a graves errores.
Antes de finiquitar todo, es importante que analices si el rechazo es provocado por algo pasajero o un tema importante. No te vayas a arrepentir luego, cuando él comience a vestirse mejor y te des cuenta que era sólo su despreocupación lo que te molestaba.
2. ¿Viven juntos?
Este punto sí que es terrible. Aquí no sólo estás renunciando a su compañía como pareja, sino que además a un proyecto común. Uno de los dos deberá abandonar la casa, cambiando totalmente la rutina.
Si bien no es la idea que estés "atada" a alguien solo porque vives con él, también considera las cosas que han construido juntos: si fueron capaces de mudarse, pagar cuentas y mirarse las caras al despertar; quizás la crisis que están viviendo no es tan grave como parece.
A veces la rutina es el único factor que arruina la convivencia. Intenten hacer algo nuevo: salir, cambiar los muebles.. ¡lo que sea!. No vale la pena tirar todo al tacho de la basura sólo por aburrimiento.
3. Tener un hijo no significa estar juntos por obligación
No es un secreto que muchas parejas que empiezan de a dos, terminan de a tres (o cuatro, cinco...). Aún así, considerando lo difícil que es la paternidad de a uno, tener un hijo no es un motivo para que sufras todos los días al lado de alguien que te hace infeliz. Es verdad que la gran mayoría de los niños quieren ver a sus papis juntos, pero te aseguro que prefieren verlos felices.
4. Está profundamente enamorado de ti
Está bien. Supongamos que ya no lo amas y te aburrió, pero él sigue enamoradísimo de ti. Con esto no me refiero a un celópata que te espera fuera de la oficina luego de que terminaran o alguien que te llama todo el día para "saber cómo estás". Me refiero a esos hombres que, pese al rechazo, luchan por la relación esforzándose por conquistarte. ¿Cómo? Pues dándote tu espacio para pensar, ayudándote a resolver problemas y amándote con más gestos que palabras.
Este tipo de personas son muy valiosas: tienen una capacidad increíble de amar y, de todas las mujeres del mundo, te eligieron a ti. Es importante que evalúes el tesoro que perderás; quizás sólo tengas un capricho y después lamentarás su ausencia.
5. Analizar la gravedad de los problemas
Todas las parejas tienen problemas: incluso Angelina y Brad. Es por lo anterior que debes analizar qué tan graves son los tuyos. Siempre es bueno destacar que la mayoría de los conflictos se producen por falta de comunicación y que cosas que lucen mucho más graves,a veces en realidad ni son terribles.
Si tu conflicto sobrepasa un tema de comunicación y ya lo han intentado todo, quizás sea hora de dar un paso al costado.
6. Ya no eres feliz
Finalmente si ya no eres feliz, no hay nada que hacer. Porque para llegar a esta conclusión debes estar muy deprimida en tu historia de amor, al punto de haber agotado hasta el último recurso. Lamentablemente, no tiene sentido que sigas luchando por una pareja que no te entrega una sensación de plenitud día a día, después de todo, la vida es una sola.
Y tú, ¿ya ponderaste todos estos aspectos?