Justo en época en esta época, con las fiestas de fin de año, aparece mi lado Grinch. Pero no tiene que ver con mi falta de aprecio por la Navidad o el nuevo año, sino que - como todos - hago mi balance y revisando mis redes sociales, me di cuenta de que hay cosas que no me gustan (más bien ¡me cargan!) de mis queridos amigos y contactos. Tienen unas costumbres poco sanas y nada santas en sus respectivos muros. Allá ellos, pero igual "me voy a ir de tarro"… sin contar intimidades, claro.
1. La teleserie: Tengo una querida prima que ha convertido su muro en el “muro de los lamentos”, donde ha registrado todos los altibajos de su relación. Cuando está bien con su novio coloca cosas como “Ay, viendo donde salir a pasear con mi chanchito…”, pero si pelean "Uff, todos los hombres son iguales, mejor soltera que mal acompañada". Todo eso con… 5 minutos de diferencia. Si estás bien, qué bueno; si estás mal, qué lata, pero por favor ¡un poquito de cordura!.
2. La despensa: hay otros que suben fotos de todo lo que comen. No sé si es para sacar pica o llevar un control estricto de su regimen alimenticio, pero se les olvida que los pasteles, la comida chatarra, los platos llenos de grasa saturada, colesterol y demases los hacen engordar. Eso pasa desde diciembre a septiembre. Llega octubre y empieza la patética campaña por un verano sin polera; dura dos semanas. Ponen sus juguitos de fruta, sus platos de dietas espartanas, métale lechuga y quesillo… pero al primer carrete comen y toman como enfermos. Córtenla: vivan su vida como quieran, pero no se quejen después. El tonto moral por lo que comen o no ¡es un fastidio!.
3. Y lo peor de todo: los ciberterroristas. Se las dan de intelectuales, sabelotodos y encuentran todo malo. Se mandan verdaderos tratados de cómo mejorar al mundo y volver a encauzar a esta enferma sociedad. Pero, al momento de actuar… nada. Sí estoy de acuerdo que hay mucho por mejorar. Si tu causa son los animales, genial, pero ayudas más desde una ONG animalista que por el teclado. ¿Los ancianos? En Fundación Las Rosas o el Hogar de Cristo hay muchos que esperan por tu ayuda. Y así sucesivamente.
Dejémonos de leseras: a todos nos gusta “copuchar” acerca de cómo estarán los demás, pero les comparto un consejo, que un día me dijo un profesor en la Universidad. ¿Redes sociales? Publica de ti, sólo lo que quieres que aparezca en un diario.