El pololo, la familia, el gato, el perro, el peluche preferido: todos ellos son muy importantes en la vida, jeje. Sin embargo, hay un pilar fundamental y un valioso tesoro que el destino también nos ha otorgado: ¡nuestras amigas incondicionales! Sí, ellas son increíbles. Es más, las consideramos nuestra familia. Han demostrado estar con nosotras en las buenas y en las malas. Siempre que necesitamos una oreja que nos escuche o un consejo, están presentes.
Por eso es muy importante nunca dejar de verlas y darse el tiempo de compartir con ellas. A veces podemos tener una vida bastante ajetreada, con muchas cosas qué hacer y otras tantas de qué preocuparnos. Pero como dicen, siempre hay tiempo para juntarse. El punto es querer dárselo. ¡Y cómo no hacerlo, si esas adorables amigas valen oro!. Hay que atreverse a tomar un respiro de vez en cuando, liberar la mente y ¡vivir!.
Lo mejor de estar con ellas es que siempre podremos contarles lo que queramos. La confianza que existe es tal, que sin duda será una instancia instancia de risas y felicidad pura. Y aunque nos reten será bueno, ya que valoraremos más la amistad. Sabemos que siempre querrán lo mejor para nosotras. Es preferible tener una partner fiel, que te diga las cosas tal cual son y a la cara, a una que te ande pelando por detrás.
En esta época, una salida a la playa no nos vendría nada de mal. Un fin de semana con nuestra mejor amiga: ¿qué mejor?, ¡ultra genial!. Además, estar en otro lugar físico nos permite conocernos aún más y llevarnos gratas sorpresas. En el fondo, si ya son tus mejores amigas, terminarán siendo también tus hermanas. ¿Habrá algo más bacán que relajarse en otro lado, salir de la rutina y compartir momentos hermosos con alguien tan importante?.
Siempre he dicho que mis amigas son mi mayor tesoro y ahora lo reafirmo: ¡las adoro y agradezco por tenerlas!. Si ustedes tienen la suerte de contar con partners indispensables en su vida, ¡jamás, nunca las dejen de lado!.