En los tiempos que corren, disponemos de Internet y cable para ver series o películas a gusto. ¡Es bacán! La mayoría de las veces, incluso ahorramos los comerciales, pudiendo disfrutar de la historia sin interrupciones, lo cual es impagable. Sin embargo - y por eso estoy un poco loca - debo reconocer que me emociono cuando descubro una buena película en la TV abierta. ¡Y me gusta disfrutarla!.
Mi hijo me reclama que ocupe la tele viendo mis cintas, si tengo el cable o Internet a mi disposición. Pero ¡seamos honestas!: cuando las cosas están al alcance de un click, terminas haciendo mil quehaceres en lugar de verlas. Además, como la idea es compartir en familia, se forma un jaleo decidiendo qué es lo que quiere ver cada quien. En cambio, cuando la TV abierta te “obliga” a prender con una serie o película (que no sintonizarías espontáneamente) ¡es genial!. Todos pueden “enganchar” y terminas sumando títulos a tu lista de favoritos.
Otra “rareza” es que amo cuando repiten las clásicas películas de Año Nuevo / Navidad o fin de semana cualquiera. Alucino cuando sintonizan “Titanic”, “Shrek”, “Mujer Bonita”, “Legalmente rubia”, “Miss Simpatía” (la 1, porque la 2 ¡puaj!) o “Mi pobre angelito” todas las navidades. Eso sí, aclaro que esta fascinación sólo me la producen los filmes, porque ver series en los canales tradicionales es toda una odisea con tanto cambio de horario, estreno y demases. En este último caso, ¡obvio que prefiero Internet!.
Y a ti, ¿también te gusta ver películas en la TV abierta?