Las amigas cumplen un rol de relevancia en nuestras vidas. Son las hermanas que nosotras mismas escogemos, por afinidad y una serie de vivencias que nos unen a lo largo de tiempo. Gracias a ellas conocemos conceptos como lealtad y compañerismo. Sin embargo - como en todo -, hay relaciones que son sanas y otras que no. Y la amistad no es la excepción. Por eso, en estas líneas te enseñaremos a identificar de manera oportuna las características de una amiga tóxica:
1. Fast Love: soy una convencida de que toda relación sana se construye día a día. Los afectos son como las plantas: primero siembras la semilla y luego la riegas periódicamente, hasta que germina y crece. Las amistades también requieren un tiempo de conocimiento, sea en vivo o a través de Internet. Por lo mismo, tiendo a desconfiar de aquellos lazos que adquieren profundidad extrema en tiempo récord. Si una chica te trata como íntima a dos días de conocerse, mejor ¡ojo piojo! y espera un tiempo antes de confiarle tus secretos más personales.
2. Intenta llevarte “a su terreno”: esto se complementa con el punto 1. Si además de llevar poco tiempo de amistad, pretende que pases el mayor tiempo posible en su casa o le dediques todas tus horas libres, puedes estar frente a una persona algo insegura y posesiva. Toda relación sana requiere de oxígeno, sobretodo la amistad. Cada una tiene sus propios quehaceres: trabajo, familia, pareja, otros amigos, etc. Y una buena camarada lo comprenderá, por lo que jamás intentará “extorsionarte” ni manipular tus emociones para que estés pegada a su lado. Si tu partner es celosa y controladora, procura poner pies en polvorosa.
3. Revela tus secretos o ridiculiza tus problemas: si tu BFF comenta tus secretos con terceros, así como “ops, se me salió”, activa las alarmas. Este puede ser un claro síntoma de que realmente no es tu amiga. Ninguna partner que se precie de tal comentará tus intimidades sin tu permiso, ni siquiera en forma casual. Ni hablar de si ésta se ríe de tus problemas o echa a la broma aquello que te complica. Si es así, querida lectora, mejor deja de perder tu valioso tiempo con ella. Su cariño no es sincero y tenerla cerca no vale la pena.
4. Trata de cambiarte: una amiga honesta será directa y te dirá lo que piensa, aún cuando no te guste. Pero ¡ojo!, ya que existe una gran diferencia entre darte sus apreciaciones e intentar “editarte” para que seas como ella espera. Si busca manipularte e inicia cruzadas en pos de modificar tu apariencia y encontrarte un pololo muy a tu pesar, algo anda mal. Si no le has pedido ayuda en tales menesteres, no tiene por qué inmiscuirse. Habla con ella amable, pero claramente. Realmente lo entenderá si te aprecia y si no, ¡a otra cosa, mariposa!. Eres su amiga, no su muñeca
5. Minimiza tus cualidades para resaltar las suyas: si tienes habilidades para la poesía y todos te alaban por ello, una amiga tóxica seguro dirá: “sí, lo haces bien, pero suena un poco cursi”. Esto, sin importar si se encuentran frente a terceros. Inmediatamente después, recordará aquel bello cuadro que pintó en su taller de óleos y que el tutor indicó era “una obra maestra”. Esta dinámica se repetirá cuando le hables de tu pololo, de algún reconocimiento académico o laboral o de un premio que hayas ganado. Nunca mostrará sincera alegría ante tus logros, intentando soslayarlos para destacar los propios. Esa no es tu amiga, querida. Es más, lo que siente por ti es envidia.
Y tú, ¿cuántas amigas tóxicas lograste identificar?