“Estoy en una relación y no necesito nada más”-eso me dijo una amiga que llevaba mucho tiempo soltera. En principio pensé que me podía estar tomando el pelo, porque su tono fue algo irónico. Pero no, ella realmente cree que tener una pareja implica desaparecer del mundo (…)
Entonces le dije: "Moni, no tienes que autoexiliarte. No es sano ni normal". Pero ella estaba segura de lo que decía, entonces fue cuando noté su argumento: había estado sola durante años, sin siquiera “pinchar” con nadie, por lo que sus ganas de disfrutar de su pareja eran más fuertes que las del resto. Ella siempre tuvo su grupito de amigos/as (yo incluida) y aunque era la única que no tenía ningún vinculo amoroso, siempre nos preocupamos de incluirla en todos los paseos de idas y venidas que hacíamos. Así que cuando empezó esta relación, decidió borrar su Facebook y dejar de asistir a las salidas grupales.
Todos quedamos bastante confundidos, porque la misma amiga que desapareció era la que nos reclamaba que nunca podíamos apartarnos, a pesar de estar en pareja. Ella era la que tenía un montón de argumentos para aplicar en casos de relaciones amorosas…
Fue confuso, pero de alguna manera las mujeres del grupo la entendimos. Y no porque vivamos bajo su tendencia, si no que al parecer - y a pesar de no haberlo comentado - todas pasamos por una relación amorosa absorbente, de esas que te hacen pelear hasta con tu familia. Yo pasé por una, pero cuando estaba en la media y tenía 17 años, por lo que que estaba feliz de pololear con un idiota. Hoy puedo decir que mi entrega amorosa está bajo llave solo hasta que entiendo que puedo confiar (y eso lo mido mediante las acciones de la otra persona).
Adivinen qué paso: a los dos meses terminaron. El tipo tenía la pura cara de buen hombre, porque la engañó hasta que se aburrió. Y como dice el dicho “se pilla más rápido a un mentiroso que a un ladrón”, porque dos de nuestros amigos lo vieron con una tipa en un bar y hasta ahí nomás le llegó el pololeo de ensueño a mi amiga. Fue toda una teleserie de esas de las 3 de la tarde.
Finalmente mi amiga comprendió lo que ya todas sabíamos por experiencia: tener una relación no significa aislarse, dar el 100% no siempre es la mejor idea. Una relación amorosa no es la única instancia para recibir amor: tenemos amigos, familia, hobbies y cosas por hacer por nuestro lado. ¿Qué hubiera pasado si por la actitud de mi amiga, nosotros no le hubiésemos dado el apoyo que necesitaba al estar de nuevo sola?
Cada uno tiene su mundo; no por eso debemos poner puntos aparte a nuestras demás relaciones. Es lógico querer pasar más tiempo con la persona que uno quiere, pero eso también puede ser posible cuando ambos deciden integrarse en ambos polos.
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