Estar "en campaña” es ese período expectante por el que todos quienes desean convertirse en padres forzosamente deben pasar. Durante este tiempo la pareja, en especial la mujer, se encuentra nerviosa y temerosa por la presión que implica y el terror de no lograrlo.
Muchas veces, cuando una pareja se encuentra bien consolidada, inevitablemente surge la pregunta: "¿cuándo encargaremos un bebé?". Es bueno conversar previamente y sin presiones, pues en el momento en que uno se pone en este estado, debe tener asumido que tarde o temprano todo cambiará, ya sea por presiones, estrés, o simplemente por la llegada del tan añorado hijo (a).
Cuando la pareja deja de cuidarse, comienza la parte entretenida, que consiste en tener la mayor cantidad de sexo posible. Al principio es genial, entretenido y muy romántico, existe mucha energía. El problema es que con el tiempo ese entusiasmo y romanticismo se van agotando, para dar paso a la desesperación. Cada vez que a la mujer le llega el período menstrual es un drama y una pérdida de esperanzas, vienen los cuestionamientos y la pregunta ¿tendremos algún problema?.
Con el paso del tiempo, la pareja le dice adiós al sexo relajado y las posturas sexies, para dar paso a las posiciones útiles, que son las que supuestamente favorecen el flujo de los espermatozoides al óvulo. De pronto la mujer se ve a sí misma con miles de cojines bajo la cola o haciendo la posición vela. Finalmente "hacer el amor" se convierte en un ejercicio para procrear y eso conlleva, muchas veces, al distanciamiento de la pareja, pero se debe estar tranquila ya que es algo pasajero.
Los doctores te dicen que lo normal es demorarse hasta un año. Después de eso se comienzan a hacer estudios para encontrar los porqués de que aún no te embaraces. El problema es que uno quiere tener el bebé ahora, y la paciencia no es algo que caracterice a las parejas "en campaña". Por ello que a los pocos meses de intentos fallidos comienza la angustia y la desesperación.
Es importante intentar relajarse, porque dicen que el pánico y la histeria sólo contribuyen al efecto contrario del deseado: no lograr embarazarse por estrés.
Si me preguntan a mí... Sí, es difícil mantener la calma, pero es importante intentar hacerlo. A mi parecer, la comunicación de la pareja y el apoyo mutuo son fundamentales. Siempre se debe tener en cuenta que aquel que tenemos a nuestro lado es el ser al que amamos, con quien deseamos comenzar una familia, y por lo mismo, debemos tener confianza de compartir nuestros miedos e inquietudes.
El amor y el respeto deben estar presentes en todo momento, y sobre todo la paciencia. Mantener el ánimo en alto e incitar al otro a que también lo haga es muy importante.