La reciente polémica entre actores ha dividido al gremio entre los que apoyan a los que estudiaron versus quienes tienen el talento innato. Por eso hoy, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿es necesario estudiar para validarte en un trabajo específico?.
"¿Qué quieres ser cuando grande?" Si hubiese sabido que nada era como pensábamos a esa edad, tal vez habría respondido con un “lo que de más dinero” o “para lo que me dé el puntaje”. Muchos de nosotros ni siquiera pensamos en tener acceso a una universidad; nuestras responsabilidades nos confrontaron con el repentino trabajo o una carrera en liceo técnico que nos permitiera sobrevivir. Y sí, los años pasaron, demostrándonos que no ir a la U no fue tan terrible como parecía. Quizás ganas menos que otro que sí estudió, pero no tienes deudas con el Estado y careces de la responsabilidad moral de ser lo que tus estudios proyectan de ti. Conozco muchos emprendedores, gente que sin mayores estudios ha logrado el éxito. Son felices y tienen hijos que han podido decidir lo que quieren ser.
Cuando se habla de artes como el canto, pintura, actuación o música, nos parece que estas habilidades son algo normal e innato; pero respecto de otras carreras somos socialmente reticentes. Obviando profesiones como la medicina, creo que otras disciplinas como la administración, narrativa, cocina, peluquería, diseño - en sus diversas ramas - construcción, desarrollo web o secretariado - si bien la capacitación es importante - existe un factor interno que predomina: el talento para demostrar que sabe hacer lo que dice hacer.
Cuando alguien tiene talento, no necesita una universidad, ya que siempre habrá más opciones: programas de gobierno, institutos de capacitación, OTEC, cursos en línea o capacitación a distancia. Claro, hay que ser busquilla y tener las ganas. Con esto, en ningún caso se desmerece la educación superior, pero no es la única opción. No dejes de lado aquello en que eres buena por no acceder a un crédito o educación gratuita: el camino lo haces tú. Nuestro país está evolucionando y poco a poco el chaqueteo está quedando atrás. Hoy reconocemos cuando alguien hace un buen trabajo más allá del título; se fomenta al creador y se respeta la diversidad. Tú puedes ser aquella que el mundo reconozca.
Para terminar, quiero dejarte con esta idea: cuando pienses en qué quieres ser, ojalá tu respuesta sea: quiero ser feliz. Lo demás, con disposición y ánimo, vendrá.