Si sabes lo que es Fotolog, seguro no se te hará fácil olvidarlo. A muchos nos acompañó en plena adolescencia y hoy, que nos da su adiós definitivo, le recordamos en las buenas y en las malas.
Temerosos de todo aquello que decían de Internet, ésta, una de las primeras redes sociales que llegó a nuestro país, liberó al chileno compungido y vergonzoso de su realidad, rostro y estatus social. Era el lugar donde no importaba si tenías mucho o poco, si eras feo o bonito, lo importante radicaba en otras cosas: una buena combinación de colores, el mejor nombre, saber usar algún programa de filtros y tener la voluntad para mantenerlo al día, subiendo siempre la mejor foto. Esto, no con la intención de compartir tu vida íntima, sino con el deseo de llenarte de comentarios, sumar favoritos y marcar presencia entre los pares.
Tímidamente subimos las primeras imágenes, y teníamos la valiosa posibilidad de poner un texto explicativo al pie, momento en que tu blog de fotos podía ser la ventana de tu alma o la puerta a un tremendo infierno. Pero, ¿fue tan malo Fotolog?
Hablemos de sociedad: recuerdo aquellos años en que muchos de nosotros aparecimos en las fotos familiares escondidos tras las faldas de mamá, o intentando ponernos serios para no reír o sonrojarnos frente a la cámara. Poco a poco, ya no le tuvimos tanto miedo. Posamos en lugares comunes, pero con actitud de estrellas; buscamos ángulos desde lo alto para que el rostro se viera mejor. Conocimos cuál era nuestro mejor lado y también el que más le gustaba a otros, por ello me pregunto ¿fue el beneplácito de la gente lo que nos dio personalidad para ir mas allá?
La exposición aumentó. Más gente nos veía, pero eso no era suficiente: debías llenar tu muro de comentarios. ¿Un chileno opinando de otro, de forma identificada? Si, quizás para algunos fue el primer espacio que invitó a conversar, a dedicarle unas líneas a alguien, mientras que hoy sólo nos conformamos con un “me gusta”.
¿Qué hizo Fotolog por ti? Estoy segura que ese día en que sentías horrible, viste un post que decía lo linda que eras, o te reíste de un comentario gracioso. Te sorprendiste con ese dibujo hecho con caracteres y decidiste conocer extraños, seguir a otros, interiorizarte sobre su vida y pasar a dejar un simple: “buen día, está linda tu foto, pasa por el mío cuando quieras”.
Éramos lindas personas que se tomaban fotos y tenían un sano mundo virtual que mostraban por imágenes, en donde el contenido sexual era reportado. Podías subir una foto al día, y esperar que a la mañana siguiente, el hermoso verde de una plaza o parque combinara con el cielo azul y con tu linda sonrisa.
Creo que sin duda, Fotolog nos enseñó a hacer sociedad virtual. Hoy te decimos adiós Fotolog, porque para bien o para mal estuviste en nuestras vidas. Te recordaremos como a un novio de adolescencia: como algo bonito e inocente, pero que nunca volveremos a repetir.