No es un secreto que a muchas nos divierte arreglarnos para los eventos. Fiestas, cumpleaños, matrimonios: todo sirve de excusa para acomodar el cabello de una nueva manera, maquillarse siguiendo un tutorial y, por supuesto, lucir un lindo vestido. ¿Comprarlo o arrendarlo?
Personalmente, nunca he arrendado un vestido para una fiesta, pero muchas de mis amigas sí lo han hecho. Es una buena opción: gastas menos que en comprarlo. Sin embargo, el préstamo de la prenda tampoco es tan económico si comparas uno que no sea de "marca".
Por ejemplo, un popular sitio de arriendo es Lara Gala. En este lugar, el préstamo de un vestido varía de 15 mil a 20 mil pesos. Si sumas los accesorios, la cifra puede ascender a los 30 mil pesos. En este lugar -y en la mayoría que ofrece este servicio- arriendan trajes que aparecen usando las celebridades en la alfombra roja.
El único riesgo de arrendar un traje es que éste se dañe. Una mancha, un botón perdido o alguna otra diferencia entre el vestido que te entregaron y el que devolviste, te puede salir aún más caro.
Pero si no te interesan las marcas ni las celebridades, existen otras opciones efectivas como comprar. Un lugar donde hay ropa muy bella y original, son las tiendas orientales. Con menos de 20 mil pesos te puedes comprar un vestido hermoso e irrepetible (además de los accesorios y zapatos). Las únicas falencias de esta alternativa es que no encontrarás tallas muy grandes, y que debes ser extremadamente cuidadosa para que no se rompan. Pese a lo anterior, lo recomiendo al 100%. Es mi opción preferida.
Otro tip infalible es ir a dar una vuelta por las tiendas de ropa americana. No serán prendas nuevas como en los lugares chinos, pero puedes encontrar diseños de calidad a menor precio que si lo adquirieras nuevo. Esta opción es recomendable si usarás el vestido con frecuencia.
Lo importante es que siempre te sientas cómoda. A veces un vestido se ve más lindo en nosotras que en el colgador -o viceversa-, por lo que debes ampliar tu imaginación y no dejar de pasar cada oportunidad.
¿Y tú? ¿Arriendas o compras?