Como hace años no ocurría, el 2016 nos abre una oportunidad. Que el 14 de febrero sea domingo, nos permitirá regalonear a nuestra pareja no por un día, sino durante 48 horas.
Si se cuenta con los recursos, una “escapada romántica” no está nada mal. Más que a Viña, Algarrobo o cualquier playa ultra concurrida, les propongo algo más íntimo. Arrendar unas cabañas en el Cajón del Maipo, irse de excursión y acampar en el Embalse el Yeso (o sus similares en regiones; en cada una hay parques nacionales o paisajes cordilleranos maravillosos. Pan de Azucar, Conguillío, sólo por nombrar algunos). Las termas o spa también son ideales para un regaloneo mutuo. Sea donde fuere, ojalá puedan demostrarse lo especiales que son el uno para el otro.
Sino, una salida el sábado por la noche: a cenar, a bailar - o derechamente a un lugar para “estar a solas” - será siempre bienvenido. Lo bueno es que como el 14 es domingo, podemos preparar un regaloneo más detallista. Esa mañana se puede preparar un rico desayuno, añadiendo una rosa y/o chocolate. Sería una linda idea. Para los que no “le pegan” a la cocina, hay empresas que mandan los desayunos listos, a la dirección que indiquen y a la hora que quieran.
Después se pueden invertir los roles y el homenajeado en el desayuno, puede celebrar al otro preparando su comida favorita (o invitándolo a almorzar). Para la tarde, un paseo por un parque o una piscina (si el clima lo permite, claro). La idea es pasar un lindo día: pueden ir a ver una película romántica. Si el presupuesto es acotado, verla por Netflix o el cable, que tendrá una programación ad hoc. Acompañen el panorama con unas cabritas o algo para picar, abrazados y “haciéndose cariño”. La idea es terminar el domingo juntos y contentos de tener un gran encuentro, que sirva para unirlos más. Que se note que las flechas de Cupido han unido a esos corazones.
Insisto, abogo por el fin de semana romántico. Es una linda oportunidad. De ustedes depende si responden a la vorágine comercial, de la flor, el peluche, el chocolate o lo que sea. Si uno es atento y preocupado por su pareja, cada día puede ser San Valentín, no tiene que ser “la fecha” para acordarse del amor. Pero tampoco es malo aprovechar la contingencia, para decirle cuánto la/lo quieres y cuán especial es esa persona para ti. Un te quiero, un te amo, un abrazo o un detalle especial, puede hacer de ese fin de semana un momento único. No depende de las lucas que tengamos o no, sino de la actitud. Feliz San Valentín y que tengan un lindo “fin de semana del amor”.