Pese aunque aún comparto la idea de que "madurar es para frutas", muchas veces la vida te presenta nuevos desafíos que necesitan de tu adaptación. Es así como - de un momento a otro - te ves cumpliendo horarios y acostándote temprano en vez de ir a carretear, porque tienes un compromiso académico o laboral.
Otra razón que te hace asumir responsabilidades es la maternidad. Independiente de si eres de las mujeres que se quedan en casa cuidado a su bebé o de las que sale a trabajar/estudiar para brindarle un mejor pasar económico, ser madre te cambia el "chip" automáticamente. Aunque asumas con agrado o desagrado estas nuevas responsabilidades, inevitablemente estás "madurando" y convirtiéndote en una persona responsable de tus actos, pero ¿qué sucede cuándo él se queda atrás?
Si eres de las que trabajan y él le pide dinero a los padres; de las que cuidan al bebé mientras él se toma unas cervezas con los amigos o de las que están a punto de sacar su título y él aún no sabe si quiere estudiar, tienes que asumir que tu pareja aún está atascado en la etapa anterior.
Antes de tomar acciones al respecto, siempre debes considerar que cada persona tiene un ritmo para madurar diferente en relación a las experiencias que le tocan vivir. Es así como debes diferenciar si realmente tu amorcito es un flojo, irresponsable y aprovechador, o realmente tiene buenos sentimientos, pero no se percata de lo que sucede a su alrededor, y de lo importante que es el futuro y el presente.
En el primer caso -por mucho que lo ames- si hablas con él y no quiere cambiar, lo mejor es mandarlo a la cresta. Una persona aprovechadora y holgazana lo único que hará es opacar tus planes y hacerte sufrir. En el segundo caso, es importante que seas muy inteligente para ayudarlo a salir del cascarón.
Nunca debes regañarlo o recurrir a la violencia para hacerlo entender; es como un niño, y ese tipo de reprimendas le recordará lo infantil que es, encerrándolo aún más. Si son padres, debes mostrarle todo el trabajo que te estás llevando mientras él carretea. Lo anterior se puede hacer a través de horarios equitativos para cuidar al bebé (un día uno tiene libre, el otro día otro), en donde ambos puedan cumplir los mismos roles (trabajar y quedarse en casa).
Respecto al trabajo, si su desempleo está afectando su situación económica como pareja, motívalo mostrándole lo feliz que te sientes trabajando -llegar con "cara larga" a la casa no ayuda-. Búscale una pega que le guste y preocúpate que se rodee de personas con espíritu emprendedor y no de flojos.
La idea es ser siempre comprensiva y mostrarle lo positivo de ser equitativos en los roles de una relación. Si te ama, no dudes que se pondrá las pilas. ¡Suerte!