Las personas introvertidas son ciertamente fascinantes. Tener a una de ellas en tu círculo de amistades sin duda te enriquecerá, ya que se caracterizan por ser intelectualmente inquietas, agudas y muy leales. El problema es que, si quieres conocer a uno de ellos en mayor profundidad, no será cosa sencilla. Esto, porque son muy esquivos y difíciles de alcanzar: prefieren la observación a la acción y el contacto social dilatado termina por cansarlos.
Por ello, a continuación te van unos tips que te harán la tarea más fácil:
1.Ve con calma: una cosa que debes tener en cuenta es que no importa cuán prudente seas en abordarlo: siempre se sentirá invadido. Por lo mismo, al comienzo notarás que es muy reticente y de pocas palabras. ¡Hasta te podría parecer pesado!. Pero no, lo que hace es analizar la situación y buscar en su interior el “modo social” que saca a relucir en situaciones puntuales. Dale tiempo: suele ser muy simpático y agradable cuando entra en confianza. Pero procura no atacarlo con invitaciones, eventos varios y un tutti quanti de cosas banales, porque hará cortocircuito. Intenta un contacto inicial agradable y preciso; lo demás vendrá con el tiempo.
2. Estimula su intelecto: en el segundo encuentro, procura buscar un tema estimulante. Los introvertidos suelen ser personas muy reflexivas. Hablar del clima u otros asuntos intrascendentes es un comodín que emplean para salir del paso, pero si tu afán es conocerlos más profundamente, debes tener algo interesante que comentar o debatir con ellos. Son muy proclives a la investigación, las notas curiosas, la historia, el arte y temas puntuales. Intenta indagar un poco sobre sus intereses, prepara un tema y ¡lúcete!. Lo dejarás con ganas de volver a hablarte.
3. Sé cordial, pero mesurada: las personas introvertidas se caracterizan por no reaccionar al humor “popular” o la talla fácil. Sonríen con algo de desgano ante el clásico chiste rápido y ¡detestan! que se les aluda por mantenerse en silencio. Su humor suele ser más fino, ácido y sarcástico. Por lo mismo, si te las das de humorista / ultra simpática / extrovertida, no es que les caigas mal, pero no se sentirán tan cómodos para seguirte el paso.
4. Usa el método Sherezade: si ya leíste “Las mil y una noches”, seguro sabes cómo la protagonista de esta historia utiliza su talento narrativo para atrapar el esquivo y despechado sultán. Ella, llena de historias, lo deja cada noche con la promesa de concluir su relato en la noche siguiente, con lo cual se salva de la ejecución y logra convertirse en su compañera. ¡Algo parecido es lo que tienes que hacer!. Déjalo enganchado con una nueva aventura o un panorama interesante para el siguiente encuentro (por supuesto, recuerda que las fiestas y actividades “pop” no son lo suyo).
5. Dale espacio: una vez que hayas logrado establecer un vínculo, por ningún motivo pretendas absorber todo su tiempo y tenerlo permanentemente junto a ti. Recuerda que un introvertido siempre requerirá de espacio a solas, para pensar, ordenar sus ideas y tener sus atacazos creativos. Respeta eso y ¡ganarás el cielo!
Sí, puede parecer mucho trabajo para conocer a una persona. Por algo, los introvertidos no son de muchos amigos. Pero créeme que valdrá la pena el esfuerzo, porque dentro ocultan verdaderos tesoros. Sólo es cosa de saber llegar.