La rutina, la costumbre, falta de tiempo y salir de la etapa de luna de miel son cosas que nos llevan de golpe a vivir la realidad de una pareja. Muchas relaciones no perduran porque al salir del encantamiento ven cómo es la rutina con el otro. Muchas cosas que hacían cuando recién empezaron a salir ahora les dan lata; la paciencia va disminuyendo y detalles que antes se dejaban pasar, ahora son motivo de pelea. Todos hemos pasado por esto, pero el tema es cómo salir de esta fase, reavivar la relación y seguir juntos sin problemas.
Toda historia amorosa requiere trabajo: ambos tenemos que ceder y esforzarnos por la convivencia, pero no siempre pensamos que la magia se va apagando y caemos en el estancamiento. Debemos recordar esos pequeños detalles que nos llevaron a enamorarnos. Inventar una escapada sorpresa a la playa, regalarle algo que no esperaba, preparar su comida favorita o escribirle una carta son cosas que ayudan a evocar por qué estamos con nuestra pareja.
La creatividad es el límite, por lo que sabiendo con quién estás y conociendo sus gustos, cosas como éstas pueden hacer que la magia reviva. Pero ojo, deben ser gestos que mantengan en el tiempo, porque si lo usan sólo como acto desesperado para que sobreviva una relación sin futuro, nada más dilatarán la agonía.