El amor es como una droga: cuando nos enamoramos, sentimos que andamos volando todo el día, casi como en otra dimensión.
El problema es cuando - por no querer estar solas, una simple atracción o que nos dé pena rechazar a alguien muy bueno - comenzamos una relación sin estar 100% involucradas. El bombón que tienes al lado puede ser muy atractivo, pero a ti simplemente no te mueve ni un pelo. ¡Terrible, no puedes seguir con alguien si sientes eso! ¿Para qué? Al final te dañas tú y a la otra persona. Lo mejor es ser honesta y seguir tu intuición.
La situación es mucho más fuerte si tu corazón comienza a sentir algo por otra persona o a extrañar a un ex que tuviste. ¡Oh rayos, ahí si hay que tomar medidas de inmediato! ¿Te imaginas durmiendo con tu pareja y que no le quieras dar la pasada?. Claro, se enojará, te pedirás explicaciones y te sentirás súper mal. Sólo querrás irte lejos y jamás regresar.
amas de verdad. Y no es muy grato pasar por eso, ya que tu mente está todo el rato centrada en otra persona. En algún momento tendrás que decidirte por uno u otro y seguir tu corazón, antes de que salga alguien perjudicado. Deja el miedo de lado y piensa en el futuro; en qué es lo mejor para los "tres", aunque suene frío. Recuerda que en el amor es necesario poner 'mitad mente y mitad corazón'
Lo importante es que al final te sientas feliz con quien amas y no estés con alguien sólo por estar. ¡El amor se irradia y esa energía es maravillosa!