"Pucha. Mis amigas están ocupadas este finde y yo tengo el medio carrete. ¿Y ahora qué hago?" Eso decía yo, antes de conocer a este personaje.
Gracias a él estoy tranquila, tomándome una exquisita cerveza y contemplando el cielo por la terraza. ¿Y por qué tanta serenidad?. Es que tengo a un amigo muy especial a mi lado en estos momentos. Sí, alguien como de otro mundo y muy distinto a mis amigos hombres: es mi amiga con 'bigotes'. Un hombre que llegó a mi vida a cambiarla totalmente, ya que lo puedo contar entre "mis mejores amigas", jaja.
Es genial: le puedo contar todas mis cosas, tirarle tallas subidas de tono o lo que sea. Él no se hace problema nunca y no le molesta. Es de esos amigos que son tus cómplices en todo momento y con los que siempre puedes contar: ríe, llora contigo, e incluso va a la pelea si es preciso defenderte. Además, se muestra como súper hombre: te otorga una energía increíble, la cual te da cuerda toda la noche. Con él puedes bailar como un trompo si quieres.
Él es mi amigo-amiga y conocerlo ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me hace reír siempre; es muy chistoso y tiene un humor bastante particular. Tira tallas toda la noche y es imposible aburrirse a su lado. ¡Mis salidas con él son las mejores!.
Lo mejor es que no siento absolutamente nada por él y viceversa, no confundimos las cosas. De hecho, hemos dormido varias veces en la misma cama. Más bien es como un hermano de ultra confianza, con el que carreteo y comparto. Al que le cuento que me gusta tal persona y me hace gancho en los carretes, cual Cupido.
Pero ¡ojo! que todo siempre debe ser recíproco. Yo también le hago gancho y le presento a mis amigas solteras a ver si tienen onda. Total, ¡todo quedaría en familia!. En el fondo, está en todas y en todo momento.
Y ustedes, ¿tienen una "amiga con bigotes" también?