Tienes una gran amiga que adoras con todo tu corazón y siempre se han apoyado mutuamente en todo. Sin embargo un día cualquiera llegas a su casa y está media rara. Ahí te quedas ¡plop!, y - como Condorito - ¡exiges una explicación!. No es que ande en sus días, ni bajo la influencia de la luna llena. ¡Algo raro pasa!
Y claro, hay un gran detalle: en ese momento hay otra amiga en su casa. No tuya por cierto, sino de ella. Puede que no te caiga mal; al contrario. Pero si te mira bien raro y sabes que no piensa lo mejor de ti, ¡chan!. Ya no hay duda de por qué tu partner no te pesca mucho: es evidente que intervino alguien más en el asunto.
¡Una verdadera lata cuando pasan esas cosas! Al final, tú quedas como la mala de la película. Encuentro último de desubicado que alguien se meta entre dos amigas. De hecho, si ella te quiere tanto como dice, debería confiar más en ti y no ser dejarse influenciar por otros.
¿Qué hacer en estos casos?
a la fuente directa. Prefiero que me digan las cosas en la cara a que me anden pelando por detrás. ¡Eso no se hace! Lo mejor es aclarar todo de una, para así seguir sanamente la amistad.
Lamentablemente hay personas que cambian de parecer con opiniones y chismes de otros. Y si le llegan a hablar mal de su amiga del alma, prefieren quedarse con la duda y crear historias en su cabeza. ¡No pues! ¡Vayan, pregúntenle a su partner qué onda! Lejos es mejor atreverse a enfrentar una situación que quedarse con pájaros en la cabeza. Además, tampoco olviden que lastiman a sus amigas con la ley de la indiferencia o al no querer recibirlas.
Uno siempre se da cuenta de las cosas. ¡El que quiere se da el tiempo siempre, aunque sea un rato corto! Si no te quieren ver y prefieren estar con esa tercera "amiga" que crea conflictos, es por algo. ¡A no dejarse influenciar!