Situado en Eslovenia, país poco conocido en este lado del mundo, este libro de Coelho narra la historia de Veronika, una mujer de 24 años que, a pesar de tener dinero, amigos, una familia que la ama y todo lo que podría desear, se siente infeliz. La monotonía le va calando hondo y, creyendo que siempre será todo así de aburrido, decide suicidarse. Para lograrlo se mete una gran dosis de calmantes al cuerpo y duerme plácidamente, esperando no volver a abrir los ojos. Sin embargo, despierta y se encuentra con dos noticias: la primera es que está internada y la segunda es que, debido a su decisión, ahora sólo le quedan unos pocos días de vida.
Dentro de Villete, el instituto psiquiátrico en el que está, descubre sentimientos que nunca había experimentado: esperanza, odio, miedo, e incluso amor. En esa corta semana que permanece internada descubre más cosas de sí misma de las que alguna vez había imaginado, y lo más importante: se da cuenta de que quiere seguir viviendo. Vuelve a sentir las ganas de disfrutar cosas tan simples como el sabor de un helado en la boca, o de un atardecer en la playa.
Creo que una de las enseñanzas que sin duda nos deja este libro es aprender a disfrutar las cosas simples de la vida, a amar esos detalles que nos hacen ser cómo somos y a aprender a sentir las cosas como si fuera la primera vez que las vivimos. En lo personal, leí este libro en un momento de mi vida en que estaba muy deprimida y me sirvió para hacer catarsis conmigo misma y rehacerme.
De todas las obras de Coelho, considero que Veronika decide morir es uno de las mejores - junto a El alquimista - y es por esta razón que las invito a aventurarse a esta maravillosa obra literaria. No se arrepentirán. Lo pueden comprar en librerías o pedirlo en préstamo (Biblioteca de Santiago o Bibliometro) e incluso pueden ver la película, aunque encuentro más emocionante el libro. ¿Se animan?