Escurridiza en el amor

¿Zapatos es igual a hombres? No. Quizás para algunas sí, pero al menos conmigo eso no va. No me es fácil andar con uno y con otro, tener mil citas románticas por Tinder o cualquier otra aplicación para conocer gente.

Reconozco que cuando iba en la U si me metía a sitios como Cybercupido y otros por ahí, pero siempre fueron sólo aventuras. Una vez resultó algo mejor, pero de todas formas perdimos el contacto.

La verdad es que prefiero andar descalza y seguir a mi corazón, antes que cambiar de mino a cada rato. ¿Para qué? Y sí, lo reconozco, soy una mujer escurridiza en el amor. Y no me refiero a que jamás mire a alguien, porque me encanta hacerlo, jaja. (Además, recrear la vista nunca viene mal ¿o sí?)

¿Por qué algunas somos así? Porque preferimos tomarnos nuestro tiempo para conocer a un hombre: saber más cosas de él, sus defectos, virtudes, y ojalá ser amigos primero, ya que a mi parecer los amores que parten así son los que mejore resultan. La idea es sentirse bien con la otra persona, complementarse, tener gustos en común, conocerse y salir. En fin, ¡seguir todo el proceso!. No llegar e irse a cama y listo.

Tal vez sea como el Correcaminos, y los coyotes tengan que andar detrás de mí, ya que soy dura de cabeza y complicada de conquistar. Pero creo que es lo mejor, ya que a la mayoría de los hombres les gustan las mujeres así: difíciles, un desafío por el que tienen que jugarse con todo. Y considero que me es cómodo tener carácter fuerte y bastarme a mí misma, en lugar de tener sexo con el primero que se presente para llenar una carencia o vacío. Así, sabré que cuando haya alguien, me habré tomado el tiempo en elegirlo y correré menos riesgo de que sea un pelmazo.

Ustedes, ¿qué opinan?