¿Se han dado cuenta que algunas personas funcionamos mejor de noche? Y otras, en cambio, de día.
Somos las llamadas 'búhos' o 'alondras'. Y claro, ya que los primeros no pegan un ojo en toda la noche y tienen unos ojos tan gigantes que al verlos podrías caerte de espanto. Pero no porque sean feos, sino porque están siempre en estado de alerta y activos. ¡Mucho más cuando ya oscurece!.
Mientras, las alondras son hermosos pajaritos que en el día están constantemente en movimiento. A primera hora, ya funcionan perfectamente.
Si eres de esas personas que al sonar el despertador le pegas un grito y lo arrojas lejos, te levantas con cara de zombie y con todos los pelos parados - cual Mafalda - mientras te arrastras al baño para mojarte la cara, entonces eres un búho. Te cuesta un montón despegarte de las sábanas y es casi una guerra lograr que te levantes. Ni hablar durante el día: andas bebiendo café y rogándole a la providencia para despertar y rendir correctamente. Lo malo es que justo después de las 6 PM abres bien los ojos.
Ahí ya eres un torbellino: estás más activa que nunca. Puedes hacer todo lo que durante el día no fuiste capaz: ver una maratón de tu serie favorita, hacer aseo como loca, caminar y danzar en tu living sin parar.
En cambio, si en la mañana te es muy fácil salir de la cama y eres la que despierta a los demás, organizas de inmediato los quehaceres del hogar y al mismo tiempo tienes hablas por celular para orquestar los menesteres del trabajo, entonces estamos hablando de una alondra. ¡Y sin duda que lo eres!
En el día vas de un lado para otro sin parar. No necesitas tomar Coca-Cola ni tazas de café para despertar, ya que tu estado natural es ser activa en el día. Generalmente te duermes temprano por las noches, ya que necesitas descansar y recuperar toda la energía invertida.
Y bien, ¿con cuál de estos simpáticos pajaritos te identificas?