Algunas veces estamos tan sumergidas en nuestros problemas que no vemos más allá de la realidad. Allí donde nuestras amigas o seres queridos, quienes nos hacen un llamado de atención, puesto que apenas recordamos sus nombres.
Aunque suene un tanto cruel es así. Pasa el tiempo, días, semanas e incluso meses y no logramos salir de ese estado. Es difícil de explicar, pero podemos irnos tan para adentro reflexionando, que nos perdemos del mundo y sin querer, vamos alejando a las personas que queremos. Es como que dejaran de existir para nosotras. Por ejemplo, nuestros familiares: los amamos con todo el corazón, pero nos vamos como a otro planeta, formado por las preocupaciones laborales, internas o de pareja. Sólo nos centramos en ese nuevo mundo y en resolver lo que le rodea.
¡Y con nuestras amigas! A veces, simplemente no necesitamos de su cariño: estamos haciendo cosas nuevas y nos olvidamos de las queridas partners, las salidas, los paseos a la playa y todas esas juntas buenísimas que teníamos antes, cuando estábamos más centradas.
El problema es que a medida que nos vamos más hacia dentro y "nos cambiamos de mundo", por decirlo, podemos perder a aquellos que tan importantes son en nuestra vida. ¡Claro!, porque después de un año no será lo mismo de antes. Incluso la relación podría destruirse, jamás volviendo a ser la misma. Es igual cuando arrugamos un papel; nunca podremos alisar todos los pliegues.
También pasa con las relaciones humanas, en especial cuando hay mucho amor, pero éste se pierde y aleja.
Nada es tan fácil de recuperar: quienes hoy están, pueden un día faltar y nos arrepentiremos toda la vida por no haber disfrutado más a su lado. A veces tenemos miedo e inseguridades, temas pendientes por resolver, que nos impidieron sacar todo el provecho de estar juntos.
Por lo mismo, es muy importante que cuando notemos estar cayendo en este extraño estado que nos sumerge en otros mundos, coloquemos un stop!. Está muy bien tomarnos nuestro tiempo y espacio, pero si nos pasamos de la raya y entramos a una suerte de caracol, es momento de parar.
No dejemos ir a las personas que amamos y por ningún motivo las alejemos de nuestras vidas. Siempre necesitaremos de nuestros seres queridos y viceversa, porque el amor es el principal tesoro de este mundo. ¡A no olvidarlo, amigas!