La mayoría de las mujeres viven preocupadas por su peso. Si bien la idea suena como un cliché, el constante ataque de los medios de comunicación y de mentalidades machistas, han terminado por deteriorar la percepción sobre belleza, reduciéndola a cuerpos delgados y rostros de modelo.
A continuación te indicamos 6 señales que evidencian que estás obsesionándote con tu peso y que ¡debes detenerte ahora mismo!, antes que aquello se torne en sufrimiento o desemboque en una enfermedad.
1. Comienzas a contar las calorías de cada alimento obsesivamente
Cualquier persona que haya hecho dieta alguna vez, caerá en la manía de contar las calorías de un producto. Sin embargo, cuando te obsesionas con ello y no puedes detenerte -de hecho, tu vida comienza a regirse por números calóricos- estás comenzando a tener graves problemas.
Lo mejor que puedes hacer en este caso es asistir a un nutricionista, que te recomiende un menú que venga con tu dosis ideal de calorías.
2. Te comparas con cada mujer que ves
Esto es pésimo para tu autoestima e integridad. Si te burlas de aquellas que son más gordas y envidias a quienes son más flacas, tal vez comiences a experimentar problemas internos relativos a tu amor propio y rol social. Si quieres adelgazar, procura que sea por razones de salud y no por "querer ser la más regia de todas".
3. Sientes deseos de eliminar rápidamente la comida
En el momento que comienzas a introducir tus dedos en la boca para eliminar la comida - o a consumir laxantes para hacerlo -, estás manifestando los primeros síntomas de una grave enfermedad: la bulimia. En este caso lo mejor que puedes hacer es asistir a un doctor y contarles sobre lo que te ocurre a tus seres queridos: los problemas se escuchan peor en nuestras mentes que en los labios.
4. Te sientes muy deprimida al pasar horas sin comer
Toda la vida amaste comer, pero -de un momento a otro- te percataste que tantos alimentos te estaban generando algunos kilos de más. Así, tu primera decisión fue dejar de comer por algunas horas, deprimiéndote con la idea.
Al igual que en el punto anterior, esto puede ser indicio de una enfermedad tal como la anorexia. Además de requerir ayuda profesional y emocional, debes pensar algo con claridad: "¿eres feliz pasando horas sin comer?". Recuerda que si algo no te contribuye con alegría ni recompensas positivas, no vale la pena.
5. Estás descuidado otros aspectos de tu vida
Como con toda obsesión y/o enfermedad, un síntoma muy común es el descuido de otros aspectos de tu vida. Cuando no comes, comes mal o te preocupas demasiado por tu peso, se ven afectadas áreas como el rendimiento laboral y escolar, además de las relaciones amorosas, incapacitándote de realizar tu rutina de forma cotidiana.
6. Cuando vuelves a comer, lo haces "como si se acabara el mundo"
Pasar muchas horas sin comer o intentando hacer dietas te volvió loca y ahora quieres "comer todo". Tanto como no comer, comer obsesivamente es terrible para tu salud física y mental y también es indicio de una enfermedad.
Cuídate y no te obsesiones con asuntos tan banales como el aspecto físico. Nunca olvides que tú vales por lo que eres con tu forma de ser y valores, y la felicidad es una manifestación de armonía interior, no exterior.