Cuando terminas una relación, parte de tu mundo se derrumba. Sin ánimo de dramatizar, ¡es así!. Después de todo, se trata de una pérdida, alguien que se va de tu vida. Una persona que fue importante, con la cual te proyectaste y compartiste buenos y malos momentos. Sobre todo: un ser a quien amaste. Y es aún más heavy cuando hay hijos de por medio. Tal vivencia que exige un periodo de duelo.
Por la misma razón, me genera un poco de ruido que Pampita y Benjamín Vicuña hayan pasado la página tan pronto. Especialmente ella. No, no es porque sea machista, sino porque es quien parecía más enganchada, hasta el último minuto. No en balde, fue la modelo quien - en un arranque emocional - nos dio a conocer la nueva conquista de Benja, acusando ser víctima de una infidelidad. Una situación terrible y muy shockeante, lo que hace que “tenga mis dudas” respecto de la relación que posteriormente inició con Nacho Viale.
Quiero ser clara: no dudo que estén juntos, pero claramente, ella no está enganchada. Me atrevería a asegurar que es un affaire con fecha de caducidad. Estoy segura de que ambos lo saben, y eso explica la mesura con que han tratado el asunto. El hecho mismo de que él sea el ex de “la China” (nueva pareja de Benjamín), me habla de un despecho que raya en lo patológico. Para ser honesta, la guapa trasandina me recuerda fuertemente a Cristina Moreno, de “Soltera otra vez”, por la visceral forma en que ha reaccionado al engaño que denunció.
Creo que nosotras podemos tomar nota y adquirir algunas lecciones de este asunto. Por ejemplo, que hay que saber estar sola y sanar el corazón. Conocer nuestra valía: nadie merece ser víctima de una traición; pero eso no justifica andar dando tumbos, destilar veneno en redes sociales ni intentar “sacar pica” al ex. El tiempo es sabio, hay que dejar que pase, nos sane y nos lleve a la recompensa de sentirnos bien con nosotras mismas, sin necesariamente requerir compañía. Si ésta llega, lo hará para compartir lo mejor de nosotras y no como un salvavidas. Creo que la reacción más digna ante una traumática separación, es dejar que las aguas fluyan y darse un tiempo para una. Para reencantarse con lo que se es y encontrar el “punch” de seguir adelante. Mi humilde opinión. (Y a Benja no me refiero, porque me parece “un tiro al aire”).
Cada quien es libre de vivir su vida como le plazca, pero siempre se puede obtener una reflexión. Iniciar una relación por claro despecho, a mi modo de ver, nunca será una buena alternativa. Y ustedes, ¿qué opinan?