Todas hemos sido “joteadas” alguna vez, experiencia que nos permite clasificar a algunos especímenes muy particulares. Por ejemplo, el fanático religioso.
Sucedió cuando era muy joven; tenía unos 18 años y no era época de redes sociales, ni tecnologías que permitiesen indagar respecto a las personas. No estaba en plan de conquista; es más, ¡nunca había tenido un pololo!. Estudiaba en un colegio de mujeres, pionero en la JEC y mi escaso tiempo libre lo dedicaba al taller literario, al preu o ir al cine. En fin: un día volviendo a casa tras estas actividades, el tipo se acerca y me busca conversación. Era agradable, aunque confieso que pasó a la Friendzone de inmediato. Intercambiamos teléfonos para volver a juntarnos.
Así, al cabo de unos días, acordamos reunirnos para tomar once. En el transcurso de la conversación, quedaron de manifiesto sus reales intenciones: convertirme en una buena cristiana. Comenzó por indicar que el cabello era “el velo de la mujer” y mientras más largo, mejor. También señaló que no debíamos vestir “como hombres” (léase pantalón), sino usar faldas, ya que las escrituras así lo indicaban.
Soy creyente, agradezco a Dios por cada vivencia y me gusta que lo respeten. Pero debo reconocer que oír sus arcaicas apreciaciones semejante sermón me pareció un poco bizarro. Intenté, entonces, desviar el tema y comentar la película de moda por aquellos días: “Titanic”. Se mostró horrorizado por el filme, señalando que contenía escenas de sexo explícito (?) y violencia excesiva. (A estas alturas, yo pensaba: ¿será verdad o me está leseando?; pero no. Era totalmente en serio).
La tarde terminó con este joven enseñándome algunos pasajes de la Biblia e invitándome a un taller para comprenderla mejor. Aunque valoré el fervor con que seguía sus creencias, me pareció too much ser tan invasivo con alguien a quien venía recién conociendo. Es más, me mareó bastante.
Aunque siguió llamando, preferí espaciar lo más posible las conversaciones con él, hasta el punto en que me reconocí fan absoluta de las peleas de Dragon Ball y los personajes de Ranma ½ (casi se murió cuando le conté la trama). Además, le confié que cortaría mi cabello casi al ras y que adoraba el heavy metal. Nunca más llamó.
Y ustedes, ¿han sido joteadas por un personaje similar?