Cuando buscamos estar en pareja, lo hacemos persiguiendo ese anhelo de compañía, apoyo, complicidad, lealtad y amor. Pero éste se transforma a sí mismo constantemente y a medida que pasan los años se vuelve más exigente. Por eso, al inicio de una relación sentimos que todo es maravilloso, pero luego de un tiempo las cosas ya no son tan intensas como antes. Si sientes que amas a tu pareja, pero no estás disfrutando de la felicidad, a continuación encontrarás algunas posibles razones:
¿Amor o cariño?
El primer paso para entender qué está pasando, es descubrir si realmente aún lo amas o estás confundiendo tus sentimientos con cariño, compañerismo, lealtad o una serie de emociones que nos pueden jugar una mala pasada. Analiza la situación, conversa contigo misma y sé sincera, para que puedas contestar con toda claridad a la pregunta ¿amor o cariño? De esa respuesta dependerá el futuro de tu relación.
Rutina asesina
La rutina y el amor son enemigos naturales. Lamentablemente, todos cumplimos diversos roles y asumimos responsabilidades laborales, familiares, académicas y personales que no podemos descuidar. A veces, una relación no nos hace sentir felices porque ha llegado al punto en que la rutina la está deteriorando. Si es así, lo más importante es "chasconearse" un poco y romper con la fomedad, haciendo cosas entretenidas y volviendo a jugar. Puede que el tiempo sea escaso, pero con voluntad siempre se puede hacer algo para abandonar ese estado de inercia y la famosa "zona de confort".
Falta de conversaciones
Por lo general, los hombres no son mucho de sentarse a hablar de sus sentimientos o del estado de una relación de pareja, pero a veces es bueno generar esas instancias (tampoco se trata de agobiarlo y pedirle explicaciones hasta porque deja arriba la tapa del baño). Puede que entre ambos haya un conflicto no solucionado, que no te atrevas a decirle cómo te sientes (estresada, cansada, descuidada), que él sienta que estás distinta, o un montón de temas más; pero si ninguno de los dos está dispuesto a expresar con claridad qué es lo que no le hace sintonía en la relación, difícilmente podrán volver a sentirse plenos el uno con el otro.
Falta de apoyo
Lo maravilloso de una buena relación es encontrar a un compañero de equipo, con quien llevar juntos los pesos de la vida y disfrutar a la par de esa complicidad única que los une. Sin embargo, cuando sentimos que más que compartir una mochila debemos cargar con nuestros problemas y además llevar en brazos al otro, el amor deja de vivirse como una liberación y pasa a ser un peso más. Sobre todo las mujeres, tenemos esa manía por proteger a quienes nos rodean, pero puede que se te haya pasado la mano y estés tratando de pelear batallas que no te corresponden. O tal vez, quien está a tu lado se está comportando algo infantil y quiere que su "polola - mamá" le solucione toda la vida.
Te sientes poco regaloneada
A todos nos gustan esos detalles inesperados, como una invitación sorpresa a comer, un llamado telefónico, una carta escrita a mano o cualquier gesto que revalide el amor. Pero a veces todos esas lindos gestos se quedan en la etapa de conquista y se extienden sólo en los primeros meses de relación, para luego perderse entre la rutina y los años. Puede que uno de los motivos por los cuales sientes que aunque lo ames no eres feliz, es que él se haya olvidado de mantener vivas las mariposas en tu estómago. Si este es tu caso, la comunicación es - al igual que en los anteriores -, la mejor herramienta para ayudar a entender al otro qué está pasando en tu interior.
El amor es inesperado, hiperactivo, subjetivo, mutante e inquieto. Por eso es importante alimentarlo cada día con sorpresas, locuras, comunicación y apoyo, para que la relación pueda mantenerse "en forma" y no se llegue al punto de sentir que aunque lo ames, estar con él no te hace feliz.