A principios del 2000, resultaba impensado depilar completamente la zona íntima. Las féminas se mostraban reticentes a lucir una apariencia “de niñas”; sin embargo, hoy en día la llamada “depilación brasileña” es la tendencia que la rompe en los centros de estética. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿es realmente una práctica saludable?
Pues bien, debes saber que el vello púbico está ahí por una razón y no es antojadiza. Esta área de nuestro cuerpo contribuye a proteger la zona y evitar que bacterias la colonicen. ¡Y ojo!, ya que las heridas que suelen producirse después de la depilación pueden ser un acceso fácil para diversas enfermedades de transmisión sexual - como el herpes - e infecciones. Por eso, si quieres cuidar la estética de la zona, lo más recomendable es rasurar el vello, dejando siempre una fina capa en torno a los genitales.
Respecto del goce íntimo - principal argumento femenino a la hora de optar por esta práctica - expertos aseguran que la depilación brasileña no sería necesariamente una aliada. Esto, ya que al eliminarse el vello púbico, se frena la producción de feromonas que, al ser percibidas de manera instintiva, contribuyen a incrementar el disfrute.
Como ves, si bien la depilación brasileña puede parecerte sexy, tiene varios “contras”. Consulta con tu ginecólogo de confianza y medita muy bien antes de modificar tu apariencia de manera tal que termine alterando tu salud reproductiva.