Una vez escuché el caso de una joven que pololeó por más de 9 años y luego terminó. El problema es que un par de meses después, él se casó con otra. Si bien suena como un fenómeno o algo extraño, es más usual de lo que parece. Pero, ¿por qué lo hacen?
Hay varias razones para explicar esta decisión. La primera, es que realmente están desesperados por formar un hogar y tienen miedo de que suceda lo que en su anterior relación. No se trata que "anden con el terno en el maletín", sino de un deseo de estabilidad y "vida tranquila". Por otra parte, puede que al ya haber 'probado' lo que se siente convivir, esto no les gustara.
Si bien cada vez son menos las personas que se casan y el matrimonio tiene una importancia inferior a la de antaño, para algunas personas sigue siendo sinónimo de madurez. Después de varios años de relación con otra pareja, algunos se sienten 'preparados' para adquirir compromisos más grandes y optan por dar el gran paso una vez que vuelven a hallar a "la adecuada".
Otra razón más tragicómica es que quieran asegurarse de que su ex no regrese a su vida. La amen o no, la extrañen o no, ¡ya no quieren verla nunca más! Por lo mismo, deciden contraer matrimonio rápidamente y alejarlas como con un repelente de 'ex'.
Finalmente, la opción que muchos piensan - aunque casarse no necesariamente es sinónimo de amar más-, es que nunca las hayan querido, y por ello no dieron el paso al altar. ¿Y tú?¿Conoces de algún caso similar?