¿Les ha pasado alguna vez que ven una película a la cual todos adoran, pero a ustedes no les mueve ni un vello? Les confieso que a mí sí. Y resulta fatal, porque me siento una insensible. Busco por la web alguna opinión similar a la mía - a ver si soy la única a la que algo “no le calzó” -, pero no: sólo encuentro odas y alabanzas a la producción. Lo anterior me lleva a cuestionarme si seré yo la que está mal o cuándo fue que me puse tan amarga.
Generalmente, me ocurre con las películas de corte romántico. No niego que hay algunas que me gustan, pero en general eso de las flores, corazones y frases clichés, como que no va mucho conmigo. O sea, ¡feliz de vivirlo! (lo hago, y a concho, me encantan los "detalles"), pero de ahí a verlo en pantalla es otra cosa. El típico discurso edulcorado que vomita mariposas me aburre un poco. Me ha pasado desde niña: quedarme viendo con cara de “mí no entender”, mientras mis amigas lloran y suspiran. Para muestra, un botón: las versiones cinematográficas de "Crepúsculo" y "Cincuenta sombras..." me parecieron infumables.
Caso aparte es el “galán” de turno. Usualmente, todas quieren uno como él y yo no entiendo qué tanto le ven.
Trátame de insegura si quieres, pero no son pocas las veces que, buscando reviews y comentarios que me identifiquen, me he sentido “un bicho raro”, perdida entre tanto arrobo. Me he preguntado qué anda mal conmigo, llegando a la conclusión que ¡son mis gustos y ya! Soy más de suspenso, ciencia ficción y distopía que de suspiros a granel. Y así es nomás: cada quien con sus preferencias.
Y tú, ¿te consideras romántica o te unes a mi clan?