Dicen que hacer el amor es un acto que comienza varias horas antes - e incluso en la jornada previa - al momento del contacto íntimo. Esta afirmación se refiere al “cortejo”, el cual te prepara para la experiencia, haciéndola aún más deliciosa.
Sentirnos deseadas es fundamental para “calentar los ánimos” y provocar que esa propuesta de regaloneo ardiente sea bien acogida. Para ello, ciertas actitudes de nuestra pareja son vitales en el entretenido juego de la seducción. ¿Cuáles son? Pues las siguientes:
1. Echar un vistazo “casual” a nuestras zonas erógenas: Mientras conversas con tu pareja o ambos toman un café, que él dé una mirada casual hacia tu escote (nada demasiado evidente) mientras sonríe con sutil coquetería, es algo que ¡no falla!. Por supuesto, esta demostración de interés sexual será percibida por nuestros sentidos, llevándonos - inconscientemente - a un intercambio de miradas sugestivas.
2. Expresar cuán bien te ves y que desea perderse contigo: Puede que te demuestre de mil formas que te quiere “con papas fritas”. Pero de vez en cuando, que sea directo es algo muy bienvenido. Puedes estar hablando de tu apretada agenda e incluso del clima, mientras luces el pijama más ancho que el closet te ofrezca; sin embargo, cuando él te hace notar que aún así le pareces “deseable”, tu ánimo cambia; las feromonas hacen su trabajo y tu mente anticipa la experiencia.
3. Besos tipo “vuelo de mariposa” en zonas clave: El cuello, las orejas y la espalda son muy sensibles ante los estímulos de tipo erótico. Están llenos de terminaciones nerviosas que te predisponen a la sensualidad. Por eso, si en medio de la gente él te susurra algo al oído y lo finaliza con un beso que apenas es un roce, tus poderes de seducción despertarán y entrarán al juego. Misma cosa que provoca un beso en el cuello, cargado de intenciones.
4. Besos intensos en los labios: A medida que el tiempo pasa, somos más proclives a aquellos ósculos tipo “piquito”, reservando los más profundos para ocasiones especiales. Por eso, si de la nada él te toma y te da un beso “hot”, posando sus labios sobre los tuyos con distinta intensidad y movimientos traviesos, sus propósitos son obvios. Y nuestro cuerpo sabrá responder a eso.
5. Tomar la iniciativa: Sí, somos mujeres modernas, que en pleno siglo XXI no necesitemos que nos saquen a bailar ni que den el primer paso en la intimidad. Para ellos esto es muy cómodo, tanto que a veces se descuidan y no hacen “lo suyo”. Es bueno que el rol de conquistador lo intercambiemos constantemente y no recaiga siempre sólo en uno, pues el otro comenzará a sentirse “poco sexy” o responder con menor entusiasmo a las instancias de intimar. ¡Sobre todo si se trata de nosotras!. Porque, ¿qué más sensual que sentirnos irresistibles para el hombre que amamos?. Nosotras respondemos muy bien a los estímulos psicológicos; por eso usarlos es una técnica que no fallará.
Y bien, ¿están de acuerdo con el listado? ¿Qué actitudes masculinas les encienden las pasiones?