¿Tengo el trastorno de personalidad evasiva?

El trastorno de personalidad evasiva no es algo para tomar a la ligera. Destaca por presentar una fuerte inhibición social, causando en quienes lo padecen rechazo hacia el resto, gran sensibilidad y aversión a las reuniones sociales. Te sientes desesperada al no poder interactuar con otros sin sentirte incómoda.

He llegado a pensar que lo tengo y no es agradable. Cada vez que una situación me supera, como buena cangrejita - mi signo zodiacal - me escondo en mi caparazón y prefiero sufrir sola mi ansiedad antes que enfrentar al resto del mundo. Por eso, estoy convencida de que padezco este trastorno.

Cada vez que me ocurre algo similar, en vez de enfrentar de inmediato lo que pasa, me encierro en mí misma, analizando todo lo que ocurre. Pienso excesivamente en la situación, me estreso y luego decido qué hacer, con harto nervio. A veces, incluso quisiera desaparecer hasta no tener la situación bajo control.

No es fácil vivir así, ya que aparte del agobio personal, una afecta enormemente a su entorno. Quienes conviven como yo - o cualquier otro problema derivado de la ansiedad - saben que se repasarán mil veces situaciones carentes de importancia. Las opiniones de terceros pasan a ser fundamentales.

Me ha costado ser más relajada y dejar de repensar todo lo que ocurre a mi alrededor. Pero me he dado cuenta de que si no lo intento, al menos, será imposible mantener una relación sana con quienes me rodean. Si tú también sufres con esto, busca soluciones: desde técnicas de relajación, pasando por actividades distractivas hasta llegar incluso a la terapia, para así optimizar tu propia vida y la de quienes te son más cercanos.

Y tú, ¿también posees personalidad evasiva?